Justicia

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Una vez se llevan a Clarisse, nos quedamos solos de nuevo. 

-Bueno, me voy

- ¿TE DAS CUENTA DE LO QUE ACABAS DE HACER? 

-No

- Has hecho frente a un enemigo potencialmente peligroso. Sin pestañear 

- Si hubieras visto lo que yo ahí abajo, no te importaría ser tan despreocupado

Emprendo mi camino

- ¿Dónde vas?

- A darme un baño. Huelo a muerto

- Es muy tarde

- No voy a dormir así


Entráis tú y Víctor

- ¡SUSANA!

-¡FRIZZ!

Nos abrazamos fuertemente

- Os he echado mucho de menos.

-Y nosostros a ti. No te imaginas lo duro que es convivir rodeada de hombres. Es agotador

 Reímos ante la desconcertada mirada de Víctor y Jareth

- Hola Víctor
- Ho-hola...

Con la cabeza gacha y rojo como un tomate, no se atreve a darme dos besos

- ¿Qué pasa?

- Tú otro yo le acosaba

- No es por eso...

- ¿Y entonces por qué es? Vamos, puedes contármelo
- Tu... tu camisón

Mi cara se vuelve roja como un tomate.

¡Sigo con el camisón roto! Nadie se había dado cuenta, ni siquiera el Rey.
Subo la tela y me la sujeto en el cuello con la mano

- Mu-muchas gracias.No me había dado cuenta

- (sonriendo) Lo sé. Si te sirve de algo estás muy guapa de todas las maneras

Son los mejores amigos que me han podido caer en suerte. Siempre con una palabra amable.

- Y tú eres un perfecto caballero. (Le hago una caricia cariñosa en la cara) Y también eres muy guapo.

- No me gustaría tener que empezar a hacer desaparecer gente de nuestra vista, cosa preciosa
Me vuelvo extrañada hacia él

- ¿Por qué ibas a hacer eso?

- No puedo permitir que coquetees con alguien que no sea yo

Tú te echas a reír. Es patético

- ¿Que no me lo vas a permitir? ¿Donde crees que estamos? ¿En la Edad Media?

- Soy el Rey. Y además tu prometido

- ¡Susana!

No cabes en tu asombro. No te lo esperabas

- Pues igual que lo eres, puedes dejar de serlo. Ni se te ocurra decirme lo que debo hacer o no. 

Como llamarme cosa preciosa. Si quieres una cosa preciosa, te compras un jarrón.

- Eso es imposible. No lo permitiré (con sorna) y tú no podrás hacer nada para impedirlo

¿Y si todo fuera un sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora