Cada vez que te admiro... me dan ganas de devorarte

55 4 12
                                    

[Alcoba Real]

Me despierto poco a poco, recreándome con los primeros rayos del sol.

Se duerme tan a gusto....

No puedo abrir los ojos

De repente, noto un brazo rodear mi cintura.

Abro los ojos en consecuencia

Me giro ligeramente hacia la izquierda

"¡Oh, no! ¡Es Jareth!"

"¿Cómo demonios he acabado aquí? Ni siquiera recuerdo haberme puesto el pijama o siquiera haberme acostado"

Mi mente se horroriza

¿No habremos...?

Me palpo las zonas más importantes. Llevo ropa.

Con mucho cuidado intento apartar su brazo, pero se revuelve en el sitio y su mano sube inconsciente hasta una zona, de momento prohibida.

Me levanto sin cuidado alguno

-Buenos días

Me sobresalto

- Bu-buenos días

¡Qué nervios! y ¡Qué vergüenza!

Se levanta un poco y apoya el pesa en el brazo izquierdo, ligeramente atrasado con respecto al resto del cuerpo.

- ¿No es muy temprano para levantarse?

Me siento en un lado de la cama para calzarme las zapatillas.

- Yo me levanto siempre muy temprano. Es costumbre.

Cuando le veo intención de acercarse, quiero irme hacia una esquina, pero me atrae hacia sí desde atrás.

- Pero hoy es un día especial. Hoy nos estrenamos como Reyes.

Notos como el calor sube a mis mejillas. Tanta cercanía, me pone nerviosa.

De hecho, me invade tal grado de timidez que no puedo evitar hablar con una sonrisa nerviosa y con una falsa alegría producto de los nervios.

- S-si, ya lo sé. Todavía no me he hecho a la idea.

Me habla al oído de forma suave y seductora

- Pues ya es hora.

Empieza a dar ligeros besos en el cuello

Noto como me falta el aire.

¿Ya se le ha olvidado nuestro trato?

- ¿Porque no vuelves a la cama y nos despertamos juntos?

Me levanto como si tuviese un muelle en el trasero.

- Yo... Mejor no. Tengo hambre ¡Si! ¡Eso! ¡Tengo mucha hambre!

Corro hacia un gran armario, en el que presupongo habrán puesto algo de ropa. No he estado en esta alcoba antes, pero supongo que si es de "dos personas" tendrá que haber ropa para dos personas.

Lo abro con dificultad por la pesadez de sus ostentosas puertas.

- ¿Dónde están los pantalones?

Para mi sorpresa el armario está repleto con mi ropa. E incluso diría que hay vestidos nuevos. Sin embrago, no han traído ninguna de las mallas que me regaló el Rey.

- ¿Ocurre algo, amor?

Un escalofrío me recorre súbitamente el cuerpo.

Además de que no me lo esperaba, dicho por sus labios suena bastante... oscuro.

¿Y si todo fuera un sueño?Where stories live. Discover now