Ahora me tienes a mí

44 3 0
                                    

[Jardines de palacio]

Llegamos al portón de la entrada trasera del castillo. Allí nos espera la "Corte nupcial"

Bajamos del carruaje y comenzamos a pasear con toda la gente detrás.

Bueno, no son gente, más bien son una especie de criaturas extrañas que quieren parecerse a humanos.

- ¿Nos van a seguir todo el tiempo? 

- Por ahora sí.

- Me incomodan bastante.

- Ignóralos.

Lo que cuesta no pelearse. Realmente es un gran esfuerzo.

- Esta tarde vendrán a darte clases. Te enseñarán todo lo necesario para ser una buena esposa y amante. Después te arreglarás y esta noche tendremos nuestra primera cena como Reyes.

¿PERDONA?

Esto se está pasando ya de Castaño oscuro. Me suelto de su brazo muy mosqueada.

- ¿Pero tú que te has creído? ¿En qué siglo crees que vivimos? Las clases eran para aprender a ser reina, no para ser una esposa, ni nada por el estilo. De hecho es bastante humillante y machista que se haya siquiera pasado por la cabeza semejante idiotez.

Voy a irme enfadada, pero tira bruscamente de mi brazo hacia atrás y cuando voy a empujar su brazo para que me suelte, un ejército de goblins grandes y agresivos corren hacia nosostros, para proteger al Rey.

No me da tiempo a reaccionar cuando me sujetan por los brazos y los tobillos.

Estos goblins tienen mucha fuerza.

Estoy tratando de soltarme, y sin mediar ninguna palabra, Jareth, con una diabólica sonrisa, se acerca a mí seductoramente.

Yo estoy inmóvil. No se que narices está pasando. No puedo reaccionar.

Acaricia suavemente mejilla y acomoda un mechón de pelo que cuelga frente a mis ojos.

- ¿Sabes? Siempre he pensado que eras extraña, que tenías algo especial. De hecho, me gustaría poder guardarte en una prisión para observarte, para siempre...

Eso me ha dado miedo. Tengo que salir de aquí ¡YA!

- Eh... ¿Pu- puedo irme?

- Por supuesto que si, preciosa. Vete y descansa. Nos veremos a la hora de comer.

[Mi alcoba]

Los goblins me han traído hasta mi cuarto.

No he salido, pero seguro que están en la puerta. 

- Tengo que hacer algo

¡La esfera!

Si la encuentro, podré hablar con Frizz


Ella me ayudará.

Abro los cajones de la cómoda.

Vacíos.

- ¡¿Pero qué...?!

Busco en la mesita de noche

Vacía.

- No puede ser...

Corro al armario.

Vacío.

¿No se supone que estaban trasladando mis cosas? 

- ¿Necesitas ayuda?

Me giro sorprendida.

- ¿Tal vez busques esto?

¿Y si todo fuera un sueño?Onde histórias criam vida. Descubra agora