Cap.78

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Ya en pleno vuelo rumbo a Inglaterra, Ed toma un diario y se dispone a leerlo.
En la sección de espectáculos, algo le llama la atención.

"Continúa desaparecido el cantante Dan Burns" rezaba el título, el joven leyó el artículo y lo que vio le puso los pelos de punta.
El productor de  aquél artista era nada más y nada menos que Stewart Levine. Según el artículo, la desaparición podría tener relación con un "ajuste de cuentas" que el cantante mantenía con una supuesta discográfica ajena a Levine.
Ed tuvo miedo por Mick, temía que le hicieran algo malo. Quiso llamarlo por teléfono pero a su móvil se le había terminado la batería, asi que tendría que comprar una nueva ni bien pisara el aeropuerto.

Dejó el diario a un lado y tomó unos auriculares, se dispuso a escuchar un poco de música mientras veía por la ventana.
Comenzó el tema "love will lead you back" de Taylor Dayne.

¡Demonios! No pudo evitar pensar aún más en el pelirrojo; esta vez le venían a la mente recuerdos de sus primeros años de noviazgo con Red. Lo bien que la pasaban, como intentaba hacer reír al pelirrojo cada vez que se sentía triste, y lo conseguía...
Cuando en esa noche tan mágica, miraron juntos las estrellas y decearon estar siempre unidos.

Ed lloró disimuladamente para no incomodar a el pasajero que viajaba junto a él.

Al llegar al aeropuerto, lo primero que hizo fue llamar a su novio y para su tranquilidad, Mick se encontraba bien ( triste pero bien), no le habían pegado ni torturado, ni nada raro que se había imaginado Ed.
El pelirrojo aún se encontraba en Alemania y llegaría a Londres dos o tres días después.

Como siempre Ed mantuvo una fuerte discusión con su esposa, la relación con ella era realmente tormentosa.

Al llegar a Londres, Mick tuvo dos conciertos y presentaciones de TV.
Al hacerlo y cantar frente a miles de personas, recordó lo que Ed le dijo la última vez que hablaron por teléfono: "tus fans te aman y están ahí por ti, aunque te sientas triste sal y dales lo mejor de ti, olvida tus problemas arriba del escenario, solo sé tú mismo".

Siempre le hizo caso, Mick en el último concierto que dió, no se sentía muy bien, estaba triste y sensible.
Incluso al cantar ciertas canciones que le recordaban a Ed, sus ojos se llenaban de lágrimas, pero nadie reparó en ello.

Dos días después de aquellos recitales, el contador de Mick lo llamó de urgencia; tenía que hablar con él. Lo citó muy tarde por la noche en una de  las oficinas, todo estaba completamente a oscuras y vacío.

Ambos hombres se metieron en un despacho, frente a una computadora.

-¡Mick, tienes que saber que renuncio, mañana me iré a vivir a Estados Unidos!

-¡¿qué?!

-sí, pero eso no es lo más grave, solo mira- dijo mostrando un gráfico en la computadora- hubo un importante movimiento de dinero desde tu cuenta hacia dos cuentas más en diferentes países, una en Francia y otra en Alemania.

-¿quieres decir que Levine me está robando?

-Mick yo... se lo reclamé a Levine ayer y el reconoció haberlo hecho, en total se te movió de tu cuenta treinta millones; quince a la cuenta de Alemania y quince a la de Francia.

-¡hijo de puta...!- dijo Red con mucha bronca

-¡lo siento te fallé, porque no pude evitar que esto pasara!

-pero ¿porqué te vas, no puedes arreglarlo?

El hombre suspiró preocupado.

-Mick, ayer amenazó con acabar con mi familia si yo te regresaba ese dinero, estaba a punto de hacerlo y no me lo permitieron. Mick escuchame, debes comenzar a administrar tu dinero y hacerle un seguimiento

-¿¡pero como!?

-¡no lo sé, estudia contaduría yo que sé... nadie en su sano juicio va a querer trabajar para esta empresa mafiosa, estoy amenazado de muerte por eso me voy, pero tú no te rindas, reclama tu dinero, tú te lo ganaste!

El pelirrojo estaba furioso; incluso tenía ganas de matarlo, pero esta vez lo enfrentaría con todo el enojo del mundo.

Simply Love  (S.R)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora