Ed es un joven Galés de 21 años, recién mudado a Manchester, de una familia de clase alta cuyo padre estricto lo obliga a estudiar medicina...
Mick es un joven de 20 años que fué abandonado por su madre cuando solo tenía 3 años, con gran talento par...
Se sentaron en la enorme cama de la habitación y conversaron largo rato de sus vidas, se contaron todo.
-¿entonces lo de tu casamiento sólo fué un rumor?- preguntó Ed
-así es, Gabriella siempre fué mi mejor amiga, solo salimos de la mano para que los medios vean lo que querían ver, pero la realidad es que ella tiene a su pareja hace mucho y pues yo... sigo solo
-ahora estoy yo para acompañarte- le dijo acariciando sus rizos. El pelirrojo cerró sus ojos al sentir sus caricias.
Ed no pudo evitarlo, tomó con ambas manos el rostro de Mick, besó su frente y luego lentamente sus labios se juntaron suavemente en un tierno beso apasionado. Comenzaron a temblar, sin dejar de besarse se quitaron la ropa. Las manos de ambos recorrían el cuerpo del otro inundándose de caricias infinitas, llenas de amor, pasión y deceo. Las manos de Mick rasguñaron la espalda de Ed cuando este se colocó sobre él.
Se sentían morir de emoción y placer al mismo tiempo. No dejaban de besarse y suspirar, el médico recorrió con sus labios cada centímetro del cuerpo de su amado. Sus gemidos eran cada vez más fuertes, Ed se mantuvo sobre Mick mientras este enredó sus bellas piernas con las de su amor.
-oh mi amor, cuanto extrañé escuchar tu voz y tus gemidos... - susurró el pelirrojo
-también yo bebé, extrañé tanto tu hermosa voz pronunciando mi nombre y pidiendo que te haga el amor... Oh Mick sigues siendo tan hermoso...- contestó también entre susurros.
-Ed te amo, siempre te he amado...
De pronto, interrumpiendo todo el romance, el médico gimió pero esta vez de dolor...
-¡ahhuu, demonios...! espera Mick, creo que me está dando un calambre, debo pararme- dijo al tiempo que se puso de pie y frotó su palma en una de sus piernas.
Ambos rieron a carcajadas.
-¡parece que eso de envejecer juntos se te está haciendo realidad!- le dijo Ed riendo
-¡oh sí, y me encanta...!
Ed se colocó denuevo sobre el pelirrojo y comenzó a penetrarlo, primero suavemente y luego con desespero. No dejaron de darse amor durante toda la noche. Eran las cuatro de la madrugada y aún seguían despiertos.
-que hermosas pecas... -susurró Ed acariciando su rostro- pensé que nunca volvería a verlas tan cerca, pensé que jamás volvería a reflejarme en tus preciosos ojos azules... siento que estoy soñando.
Mick suspiró y se acomodó abrazando aún más a su amado.
-yo también pensé que jamás volvería a verte, sigues siendo mi hombre y el amor de mi vida.
Besándose tiernamente se quedaron dormidos.
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Al llegar la mañana Mick entre dormido se acomoda para abrazar a Ed pero no sintió nada a su lado. Abrió sus ojos sobremanera y despertó exaltado, estaba viviendo la misma escena de la última vez que vió a Ed en 1993.
Su amor no estaba allí y se desesperó. ¿Acaso había sido un sueño? ¿Acaso la noche anterior bebió tanto qué imaginó un reencuentro con Ed? Todo le daba vueltas.
-¡¿Ed... Ed dónde estás?!- gritó desde la cama, pero no hubo respuesta.
