Cap.106

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Las puertas se abrieron de par en par.
Los presentes dirigieron su mirada hacia la felíz pareja.

El hijo de Mick comenzó a tocar su guitarra, hizo sonar las más hermosas notas que nadie jamás había escuchado.
Ambos amados llegaron al altar.
El chico les dijo unas palabras:

-antes de que comience la ceremonia, quiero decirles que su historia de amor me conmovió mucho, pasaron de ser mejores amigos a crear un amor para toda la vida. Ustedes fueron la inspiración para una canción que escribí; quisiera hoy aquí cantarla por primera vez para ustedes, la titulé "friends", y dice así...

El chico se acomodó con su guitarra

-nosotros no...
Nosotros no somos amigos
Nunca lo hemos sido, solo intentamos
Mantener estos secretos en nuestra vida
Y si se llegaran a enterar todo iría mal
Y el cielo sabe que nadie quiere eso
Así que podría tomar el camino de regreso
Pero tus ojos me llevan de regreso a casa
Si me conoces, como te conozco
Deberías amarme, deberías saber que...
Los amigos duermen en camas separadas
Los amigos no me tratan como tú lo haces
Sé que hay un límite para todo
Pero mis amigos no me aman como tú...

Él chico siguió cantando un par de frases hermosas más.
A Mick se le inundaron los ojos de lágrimas. Los tres se abrazaron y la ceremonia comenzó.

Ed y Mick se tomaron de las manos, se miraron a los ojos y sintieron que estaban en un sueño.
Solo bastó una mirada para saber que el amor que siempre se tuvieron, nunca había cambiado.
Allí estaba el chico pobre de los suburbios, casándose con el chico rico de la alta sociedad.
Bastó solo una mirada para volver hacia aquellos años 80’s y ver a los dos jóvenes enamorados que lucharon tanto por su amor, y que hoy por fín eran libres.

Las viejas cadenas del prejuicio de la sociedad por fín fueron rotas.
Allí afuera se avecinaba un futuro lleno de diversos colores, un amor tan puro por vivir, que cruzaba todas las barreras del tiempo y del espacio.

Mick por fín pasaría el resto de su vida en el lugar del mundo que más amaba, los brazos de Ed.
Y Ed a su vez tendría la oportunidad de despertar cada mañana y observar las hermosas pecas,  las cuales él amaba tanto sobre el rostro de su amado pelirrojo.

Mick tomó el anillo de oro y sus ojos azules se cruzaron con los los ojos café de Ed, se emocionó diciendo:

-mi vida siempre había sido vacía, sin sentido,  con violencia y soledad, lo único que me mantenía vivo era el amor por hacer música, hasta que te conocí y sentí que mi vida tuvo sentido, yo iba inseguro por la vida, y tú me diste la fuerza y fortaleza, me empujaste a cumplir mis metas, me mostraste que nada de lo malo que me habían dicho era verdad, me amaste tal y como era, con todos y cada uno de mis defectos, no me alcanzará la vida para agradecerle a Dios el haberte conocido, y a tí hoy prometo amarte como siempre lo hice, con la misma intensidad, ya nada más importa, solo tú y yo juntos, te amo Ed, y nunca me cansaré de decírtelo.

Colocó suavemente el anillo en la mano de su amado, entonces Ed prosiguió diciendo más que emocionado:

-siento que cada cosa que te diga nunca van a ser suficientes, no existen en el mundo palabras que puedan explicar todo el amor que siento hacia tí, mi pequeño bebé dorado. Como siempre te lo he dicho, te amo con todo mi ser y como siempre te lo he demostrado, volvería a dar mi vida por tí todas las veces que fueran necesarias. No importa lo que digan Mick, eres tan bello y hermoso, me has hecho un hombre fuerte y has estado simpre en lo bueno y malo de mi vida, tampoco me alcanzará la vida para agradecer a Dios el haberte conocido aquél otoño del 82, y que gracias a aquél viento tan mágico que me llevó hacia tí, es que ahora estamos juntos y así será por siempre, lo prometo.

Colocó suavemente él también el anillo a Mick.

-¡y luego de estas hermosas palabras los declaró unidos en matrimonio!- dijo un juez.

Todos aplaudieron, y ellos no hicieron otra cosa que abrazarse y esta vez por fín sería eternamente.

Todos salieron del lugar y les lanzaron arroz.

La pareja de Gabriella la tomó detrás por la cintura.

-¿qué bello no?, ya nos tocará a nosotros- le susurró al oído

-¡¿oh, en serio?!- exclamó ella casi en shock

Un auto esperaba a los recién casados.

-¡hey chicos, felicidades, aquí está lo qué me pediste Red!- le gritó Iow con una bicicleta saludándolos.

Los dos fueron hacia él, y lo abrazaron.

-¡oh mi buen amigo gracias, justo como te lo pedí, eres el mejor!

-¡¿hey, y esto?!- preguntó Ed

-¡bueno pues... quiero recordar lo que hacíamos juntos, así que como yo solía llevarte en bicicleta al hospital cuando éramos novios, hoy será al revés, tú me llevarás!

-¡oh bebé, me encanta la idea!-exclamó

El médico montó la bicicleta y Mick se sentó sobre el tubo de esta.
Todos comenzaron a saludarlos.

-¿y bien bebé, dónde quieres que te lleve?- preguntó Ed

Mick sonrió

-¡llévame hacia la felicidad, dónde seamos felices por siempre...!

Ed lo besó...

-¡claro que sí, allí iremos!

Comenzó a pedalear y juntos, como cuando eran jóvenes, ahí estaban yendo hacía la gloriosa felicidad.































"Adoro los finales felices...".
                              Mick Hucknall.

Simply Love  (S.R)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora