Capítulo 113

187 38 1
                                    

Mis padres me recibieron llorando de felicidad, creían que había muerto. No habían estado equivocados.
"¿Saben algo sobre Mika e Iskandar?" Fue la pregunta más importante que les hice.
Me explicaron que sí y me dieron más información sobre lo que había pasado en la Tierra
Primero, sobre las personas con habilidades, hubo una rebelión contra y entre grupos de poder del mundo.
Podemos dividir las facciones más fuertes del mundo en tres:

- Deus: compuesta por la mayoría de participantes, tiene la mayor aprobación de la población, hacen obras de caridad, etc.

- Lockheart: una compañía compuesta por los participantes más fuertes. Los participantes más fuertes son parte de esta.

- Wyvern Noir: el grupo con menos participantes, pero especialistas en distintas áreas. Mika es la líder, Iskandar supuestamente también está en la Tierra, pero nadie sabe dónde. Tiene sedes en muchos lugares, su posición es neutral y cumple el rol de una especie de gremio para aventureros.

Entre lo que había averiguado estaba información sobre la situación del mundo. Gran parte de la población había muerto, no solo por las guerras entre participantes, sino por un cambio esencial en la Tierra. El cambio era que habían aparecido monstruos en el mundo, no de un solo tipo, sino de toda clase, monstruos marinos, monstruos voladores, monstruos en las selvas. Habían aparecido al mismo tiempo que los participantes dejaron de poder ir al Centro de Realidades; además de esto, los ecosistemas de la tierra habían cambiado, llenandose de una energía similar al maná, lo llaman aether, es una energía que puede ser usada por todos, es más eficiente que el mana, pero el problema es que también ha hecho que los animales del mundo comiencen a mutar.

El cambio más importante es que, aunque los participantes siguen siendo las personas con más poder, las personas normales también han empezado a volverse más fuertes, pueden usar magia y fortalecer sus cuerpos matando monstruos. Las armas se han vuelto legales en casi todo el mundo.

Me despedí de mis padres, diciendoles que posiblemente me demoraría en volver, tal vez días o tal vez meses. Tengo que ver como está el mundo ahora con mis propios ojos. Me dieron dinero, un nuevo tipo de moneda de uso mundial y mis documentos de identidad, los cuales habían conservado.

Exploré Lima, había cambiado mucho, La Molina estaba llena de árboles, casi no había gente en las calles, pensé en comunicarme con amigos, pero decidí no hacerlo. Tengo miedo de que no pueda contactarme con ellos, miedo de que estén muertos. Durante el camino no me crucé con monstruos. Surco estaba medio destruido, habían monstruos similares a gusanos gigantes, pero no salían de sus territorios, no entiendo por qué no los eliminan para intentar recuperar el distrito. Miraflores estaba casi intacto, también Lurigancho, San Miguel. El peor daño ya había sido eliminado, aunque las afueras de las ciudades sí son las que han sufrido más, se cree que todos los pueblos han sido destruidos, las ciudades selváticas habían sido destruidas, las oleadas de monstruos habían sido demasiadas, la industria pesquera ha sido practicamente destruida, la minera se ha detenido por la aparición de monstruos como goblins y orcos. Si no fuera por participantes con habilidades para multiplicar cosechas y encontrar recursos el mundo habría colapsado aún más.

Quería comer algo como ceviche, tal vez tomar pisco sour aunque no me gusta mucho, me sentía extrañamente patriótico, aunque solo por la comida, pero eran recién las seis de la tarde y ya no había nada abierto, supuestamente hay monstruos que aparecen solamente de noche.

En fin, me dirigí a un local de Wyvern Noir, o "el gremio de aventureros" como supuestamente es también llamado. Estaba situado en lo que había sido un centro de idiomas, pero ahora había sido cambiado y funcionaba como los gremios de aventureros en otros mundos. Tomé aire y entré esperando no encontrar a nadie que me conosca.

La entrada era libre y habían varias personas, algunos con armaduras hechas de materiales que no reconocía, otros con armaduras que habían sido hechas con partes de monstruos, las armas que la mayoría tenía eran espadas o martillos que eran casi de sus tamaños, en algunos podía sentir cantidades enormes de aether y estaban vestidos con ropa menos pesada, todos me prestaron atención, había poca gente, así que no me sorprendió.

"Bienvenido a Wyvern Noir ¿buscas unirte?" me preguntó una chica, era pequeña y tenía un tono sarcástico que me hizo sonreír.

"Sí, lo más pronto posible."

Varios aventureros rieron.

"Parece que alguien nuevo quiere morir." escuché a alguien decir.

"Los exámenes lo harán volver a su casa." dijo otro.

"¿Estás seguro?" me preguntó la recepcionista, tenía el nombre en su blusa, Frida "en cualquier caso el examen es libre para quiera darlos, pero ni siquiera veo que hayas traido un arma, ni siquiera tienes aether."

"Ese es mi problema." le dije poniendo una mano en su cabeza.

Frida se molestó y comenzó a insultar, pero me llevó a una habitación, las pruebas eran simples, una vez que se cerrara la puerta empezarían a aparecer monstruos, si quería rendirme podía salir en cualquier momento diciendo "salir".

"¿Cuál es tu nombre?" me preguntó Frida cuando estaba por salir de la habitación. Casi le doy mi nombre verdadero.

"Aono, solo Aono." le respondí, ella puso cara de que no me creía y de que soy un estúpido y cerró la puerta. El test comenzó.

Primero aparecieron frente a mi armas de distintos tipos, pistolas, espadas, lanzas, etc. Cogí un par de pistolas y un mandoble. Eran de materiales normales.

Un contador aparecio frente a mi "3, 2, 1." al final de la cuenta apareció un monstruo similar a un globo de color verde, me acerqué con cuidado y la pelota salió disparada contra mi, era tan rápida como un perro, lo corte con la espada y desapareció, era como un holograma extremadamente avanzado.

La cuenta comenzó de nuevo y esta vez aparecieron tres pelotas, las corte de un solo movimiento. El tercer test fué un goblin, el resultado fue el mismo. Los tests continuaron, el patrón era el mismo, un monstruo, seguido de una cantidad mayor y luego un monstruo más fuerte seguido de una cantidad mayor.

El test número quince fue el primer oponente problemático, era una especie de tortuga con espinas en el caparazón y cabeza similar a la de un T-Rex, al atacarlo mi espada no le hacía efecto, había perdido el filo y era más similar a un trozo de metal inservible que a una espada. La tortuga era rápida y botaba fuego por la boca, mi solución fue usar mis pistolas, le disparé en ambos ojos hasta que murió. Tras ese test volvieron a aparecer armas frente a mi, esta vez de distinta calidad, reconocí mythril y adamantita. Esta vez no habían pistolas, solo armas blancas.

Continué con los tests preocupado. Acababa de darme cuenta de algo desde el comienzo, había estado ganando por habilidad con armas, no por habilidades sobrehumanas.

He perdido mis habilidades, creo que algunos de mis músculos y huesos están por romperse, soy un humano normal de nuevo. Mierda.

Realidades Infinitas: EvoluciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora