¿Papá?

8.1K 1K 29
                                    

—Entonces Kanat'ma, dijo "¿Quién cuidará de mi creación?" Y procedió a crear vida, perfectos hombres y mujeres con orejas y cola, y unos hermosos ojos de pupilas elípticas, que pudieran ver tanto de noche, como de día —sonrió mirando a la bebé, que lo observaba atenta, con sus ojitos color miel.

La niña seguía en la incubadora, pero al menos ya no estaba con un respirador artificial.

—Pero, aunque eran perfectos, ella hizo una criatura especial, única, capaz de albergar vida y darla. Creó a las hembras, fuertes, hermosas, como tú, Ilu —le dijo en un tono suave, tocando el pecho de la niña, sólo con su dedo índice.

Levantó la cabeza al escuchar que alguien entraba, y miró sonriendo a la castaña.

—Pensé que nos habías abandonado ¿Fuiste caminando hasta Kanat'ma que tardaste tres días en regresar?

—Tuve dificultades para venir, Cep —le dijo acercándose para ver a la bebé—. Ya no usa el respirador.

—No, ya no, y ahora está despierta. Tiene unos hermosos ojos ámbar —sonrió con ternura—. Y parece un gatito cuando llora.

Kumi sonrió afligida, y tomó una de las manitos de la niña.

—Ey pequeña, que bueno verte mejor, bebita. Estás siendo muy fuerte.

—Los doctores dijeron que si sigue mejorando, en unas semanas le darán el alta.

—Eso es perfecto. Y necesito que hagas algo por mí.

La miró curioso, y asintió con la cabeza.

—Claro ¿Qué cosa?

—Debes adoptarla.

Sonrió divertido al escuchar aquello, pero al ver que ella no se reía, su expresión cambió por una de desconcierto.

—¿H-Hablas en serio? Kumi, yo no tengo idea de cómo cuidar a un bebé, y mucho menos a una niña. Creí que tú la adoptarías.

—El consejo considera que no es un buen momento, y no quiero problemas, ya bastante los tengo por haberme ido, y no poner a la niña en adopción. Por favor te lo pido, sólo será un tiempo, hasta que todo se calme.

—Pero es que no sé nada de bebés, Kumi —le dijo en un tono nervioso—. ¿Qué haré si llora? O cuando haya que cambiarle los pañales, o bañarla, o-

—Está bien Cep, hablaré con Kano —pronunció con fastidio.

—No —gruñó—. Ese es un inútil, yo cuidaré a Ilu.

—Claro, ahora quieres cuidarla porque le pediré a Kano.

—No, porque me interesa el bienestar de ella. Yo he estado con ella estos tres días, día y noche cuidándola —pronunció molesto— . Sólo mírala, ya reconoce mi voz.

Se acercó a la incubadora, y la niña estaba durmiendo, con sus bracitos hacia arriba.

—Ilu, ey bebita —pronunció en un tono suave.

La pequeña al escuchar la voz de él, frunció suavemente sus cejas, y comenzó a llorar.

—Ya, tranquila pequeña, perdón por despertarte —murmuró con ternura, metiendo una de sus manos para acariciarle el rostro y el pecho.

Y cuando sentía su aroma, la bebé se calmaba.

—Lo ves, ella ya reconoce mi aroma, mi voz.

***

—Kumi.

—¿Qué pasa?

—Nada, sólo quería saber cómo te encontrabas.

—Furiosa, mamá —gruñó—. Cansada de que gobiernen mi vida personal. Pero es mi culpa, yo acepté esto.

—¿Hablaste con Cep?

—Sí, el adoptará a la bebé. Ella ya se encuentra mejor, ya no usa el respirador —sonrió levemente.

—¿Crees que él pueda cuidarla?

—Quiero creer que podrá —suspiró frustrada—. Al menos uno o dos meses, hasta que esto se calme un poco, y pueda traerla conmigo. Cep la nombró Ilu.

—¿Ilu?

—Sí, porque llegó a nosotros de él.

...

Ilu: Mar

KumiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora