(🍬) : YoungJae juró cuidar como nadie a su hijo bambam, sin embargo, el camino para darle lo mejor no será sencillo, topándose con diversas sorpresas como JaeBeom, el niñero gruñón
Aún con la espalda hecha un nudo, JaeBeom no puede dejar de intere...
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La noche anterior YoungJae había llegado por unos minutos tarde al trabajo.
Cansado de todas las acciones de sus familiares, decidió aceptar una de las llamadas que solía recibir de su parte, sorprendiéndose al notar que era su padre, quién le suplicaba por una última reunión. Que si lo deseaba, podía traer a Bambam consigo.
Eso lo hizo reír, no volvería a exponer a su pequeño a tal peligro. Solo aceptó verse con ellos en un lugar público y por si las dudas, se había llevado consigo una grabadora y micrófono escondidos en su ropa, todo prestado por Jin.
YoungJae tenía un plan que le tomó toda la noche elaborar. Si ellos hacían cualquier movimiento, él iba a tener las pruebas suficientes para llevarlo a un jurado. Lo tenía todo; testigos, pruebas físicas, documentos y si era necesario, los correos que se había estado enviando con la persona de servicios sociales en Tailandia que revisaba el caso de Bambam, la cual había detenido las físicas cuando comprobó que el pequeño estaba en un buen hogar.
Estaban sin salida, de todas las formas posibles.
Le dolía tener que hacer aquello, pero cansado era la mejor manera de describir su situación y si era la única manera de finalmente garantizarle seguridad a todos sus seres queridos, lo haría.
YoungJae se removió incomodo en su silla mientras sus padres lo observaban con grandes sonrisas, alegría que nadie pudiera confundir, una que no podía compartir. Todo lo que sentía eran deseos de decirles que terminen con el teatro, pero estaba reteniéndolo.
Los últimos días han sido intensos, con todo y sobre los restos de su relación. Sabía que no podía guardar rencor, nunca lo ha hecho, podían rebasar límites inimaginables pero en su interior no existía odio. Siempre procuró tomar toda su impotencia y rabia en motivación para luchar, tomando esos sentimientos para seguir manteniéndose fuerte y enfocado en su objetivos. Como lo era a ese punto proteger a sus seres queridos.
Él era fuerte, más de lo que alguien pudiese imaginar.
Sin embargo, había algo que le molestaba dentro de sí. Lo había estado guardando hasta el fondo, esforzándose para que se borrase de una vez por todas, porque no había motivo de sentirlo cuando le habían demostrado tener tanta maldad en sus corazones.
No podía evitar tener esperanzas.
Porque amaba a sus padres y eso no lo cambiaría toda la decepción que había estado recibiendo durante los últimos años de su parte. Ellos le dieron la vida, la educación, la preparación y sin esperar nada más que un buen comportamiento de su parte. Estando de su lado, lo entendía. Sabía lo que era esforzarse por alguien, buscar siempre lo mejor para él y que todos tus trabajos sean para nunca borrar la sonrisa en su rostro. Podía entender lo que era ser padre porque era uno, adoptivo, pero seguía sintiendo el mismo amor y pasión hacia su pequeño.
