(🍬) : YoungJae juró cuidar como nadie a su hijo bambam, sin embargo, el camino para darle lo mejor no será sencillo, topándose con diversas sorpresas como JaeBeom, el niñero gruñón
Aún con la espalda hecha un nudo, JaeBeom no puede dejar de intere...
¡ANTES DE LEER! por favor pasen a ver las advertencias de la historia detalladamente en la primera parte publicada, por favor.
(also,prometí 3 caps, pero los borré, lo siento. no estaba satisfecha y decidí volver a empezar. pero, hey, son 8359 palabras, segundo capítulo más largo u.u)
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El cuchillo impactó fuertemente contra la cascara en una sola lanzada, el sonido fue ruidoso y poderoso, haciendo que el pobre YuGyeom se sobresalte por cuarta vez en el día mientras preparaban aquellas calabazas.
— Yug...—El mayor apartó los rizados mechones de su vista y suspiró de cansancio. — , si continuas asustándote, en algún momento deberé llevarte al hospital por un paro cardíaco.
— ¡Das mucho miedo haciendo eso! —YoungJae soltó una risita y se dispuso a sacar el cuchillo de donde lo había clavado. — No sé porque tuvieron que comprar disfraces en un primer lugar, ya pareces todo un asesino con tu permanente, el cuchillo manchado de jugo de calabaza y esa sin mangas blancas.
YoungJae alzó el cuchillo hacia su dirección, YuGyeom retrocedió asustado.
— No hables de esa forma cuando hay un cuchillo en mi mano.
— ... —YuGyeom regresó a su calabaza, escuchando la escandalosa risa que soltaba el mayor. —Halloween saca nuestros demonios escondidos, para ti es otro día común.
En realidad, era la primera vez que YoungJae celebraría Halloween al pie de la palabra.
Halloween nunca había sido considerada una festividad oficial en Corea, ya que ellos tenían su propia versión de la fecha aunque ésta era mucho más oscura. Sin embargo, al pasar de los años se empezó a popularizar por los tantos extranjeros que día a día contagiaron algunas de sus costumbres a los coreanos.
YoungJae solo le gustaban las fiestas de disfraces, ya que la tradición de pedir dulces había llegado justo cuando él ya estaba bastante grande. Pero, no las prefería solo por el alcohol y bailar, sino por el hecho en si de buscar un buen atuendo y ser original. Le encantaba y mucho más que podía ser algo que practicaba aún con Bambam. Su primer Halloween juntos fue lo que recuerda como lo más divertido que había hecho en su vida y los que quisieron, algo que adoraban repetir.
Sin embargo, pese a que llevaban tres años celebrando la festividad, nunca lo habían hecho más allá de disfrazarse e ir a la feria que ofrecían boletos gratis hasta antes de las siete de la noche. En su viejo vecindario muy pocas personas se mostraban interesadas en ésta festividad. YoungJae pensaba que quizás se debía a lo lejos que estaban del centro y que por esa razón las cosas populares no se eran tan practicadas. Pero en el tiempo que vivió con JaeBum en Cheongdam — el cual era uno de los barrios más caros—, se dio cuenta que no era algo de personas especificas. Quién quería celebrarlo, lo hacía. Ellos querían hacerlo y les cayó como anillo al dedo que la jefa del vecindario hubiese aprobado que las personas se dejaran llevar por el estilo de Halloween.
