➳ 11: Vulkam. ➳

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Vulkam eran las tierras vecinas al norte de Dragonscale.

Estaban constituidas al cien por ciento por montañanas bañadas en vegetación y tenía cientos de arroyos que desembocaban en pequeñas y grandes cascadas. Louis había calculado que había pasado cerca de media hora volando sobre el lomo de Reikon, lo cual indicaba que no estaba precisamente cerca del Krestum y que probablemente a caballo, le tomaría mucho más que el doble para llegar a ese lugar. Harry también le dijo que cerca de ese lugar, estaba Litoreh. Que era una zona desértica donde la arena se metía a tus zapatos; estaba en el borde del continente, plagado de playas.

Y, como lo había dicho Gemma el primer día que estuvieron en el sur, por ahí rondaba el dragón de Daeron, Vistione, y aunque Louis tenía una nueva dosis de curiosidad desatada al pensar en cómo lucía y que tan grande sería... prefirió quedarse con la duda. De momento.

Harry comenzó a reír en cuánto se lo dijo y Louis sintió como su cuerpo se contraía detrás del suyo por la risa. Estaban muy cerca, demasiado. Y Louis no había estado tan cerca de alguien como cuando estaba con Liam, pero le agradaba, terriblemente. Su omega agradecía enteramente que Harry estuviera protegiéndolo de esa manera, sujetándolo con decisión pero al mismo tiempo dándose el lujo de mostrarle al príncipe todas las tierras sobre el cielo.

Y era hermoso, la vista era... mejor de lo que alguna vez supuso. Era otra perspectiva de la que probablemente nunca iba a tener suficiente. Louis se sintió por primera vez, completamente libre; lejos de acatar las reglas dentro de un castillo, lejos de corresponder a su deber como príncipe, lejos de ser quien tenía que ser. Ahí, en el cielo, él era solo Louis y nada más.

Ahí estaba a salvo.

(...)

Vulkam era una zona preciosa donde el bochorno de Dragonscale no era tan presente. De hecho, había una constante brisa fresca que no era ni fría, ni demasiado molesta. Sus túnicas tal vez eran un poco ligeras para el clima del lugar, pero eso era la última preocupación de Louis en ese momento.

Ya que era... hermoso. Una zona montañosa con enormes masas de piedra cubiertas en hierba, una que otra cascada bajando sobre una colina enorme. Flores por doquier, rebosantes, bellas, cubriendo campos enteros. Había pocos árboles, pero los que habían eran altos, enormes, como si jamás hubieran talado ahí antes. Pero no había señal de vida. Ninguna civilización asentada, o alguna casita construida cerca.

Louis dejó sus preguntas para cuando aterrizaran.

Harry gritó algo en Vhestry que hizo que Reikon descendiera dando aleteos que removían cada montículo de tierra cuando finalmente sus garras hicieron contacto con el césped de lo alto de una colina, donde todo parecía a sus pies. Cada montaña, cada risco, río y cascada, parecían ser súbditos de la colina más grande de todas.

Reikon pareció acostarse, y así Harry se levantó sobre el lomo de su dragón, dándole la mano a Louis, que tan pronto alzó su pierna para apoyarla en las escamas, sintió sus músculos agarrotados; los muslos y las rodillas le pulsaban del dolor. Había apretado tanto que le pasaba factura.

Harry se aproximó a darle la otra mano y miró a Louis con miedo de que se hubiera lastimado de verdad.

— ¿Estás bien? —preguntó el príncipe Akgon.

—Si, yo, es solo que.., me duele, pero no importa, puedo caminar. —dijo entonces, restándole importancia con un gesto de mano. Pero Harry, testarudo, no lo escuchó. Solo tomó a Louis de la espalda baja con una mano y con la otra lo sujetó bajo las rodillas, alzó al príncipe del norte en sus brazos como si el omega fuera un costal de huesos sin vida, tal fácil que incluso le hizo sentir muy pequeño, que podía escurrirse de los brazos del rizado.

Dragonscale [l.s]Where stories live. Discover now