➳ 30: Salvación. ➳

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Jacob

El rey en el norte peleaba con gracia, pues a pesar de las recientes heridas que ya había ido acumulando por la batalla, se mostraba más fuerte que nunca.

Había optado por deshacerse de su lobo minutos antes, mandándolo a protegerse de vuelta al campamento. Por lo que ahora se encontraba pelenado con la única compañía de sus hombres y su gran espada de fuego helado.

Sus movimientos eran sueltos y decididos, conocía a la perfección el balance de su muñeca mientras portaba una espada. Gruñía cada que cortaba con fiereza la cabeza de aquellos caminantes.

La guerra no estaba representándole un obstáculo, al menos no uno tan difícil. Pero la clave residía en no distraerse ni por un segundo, por lo que mantenía un movimiento constante, volteándose sobre su mismo lugar, avanzando y delimitando las zonas en donde los resucitados llegaban a atacar. Se movía entre la escarcha con facilidad. Conocía a la perfección el hielo y todas sus texturas, sabia maniobrarse a través de la nieve rugosa y las zonas resbaladizas.

Peleó durante varios minutos, siendo consciente de como los dragones del sur peleaban en los cielos. Incluso se mostraba maravillado por aquellas criaturas escamosas que pasaban a su lado, peleando por la misma causa.

Aún así, Jacob aún veía principalmente por su gente, pues claro, él nunca peleaba solo. Se rodeaba de sus hombres mas leales y siempre alzaba una mano para ayudar a uno de sus soldados a ponerse de pie.

El rey cortó la cabeza de un resucitado de un golpe cuando escuchó un grito a la derecha. Se giró, pues momentáneamente tuvo un campo vacío y un blanco desprotegido. Se dió la vuelta con rapidez para admirar a un enorme grupo de caminantes llegar montados en caballos muertos. Con corceles putrefactos que mostraban ya varios huesos a traves de la carne corroída.

Fue ahí cuando logró darse cuenta de quien había profesado aquel grito, pues una réplica de este llegó a sus oídos con claridad pocos segundos después, ayudándole a descubrir a ni más ni menos, que el rostro conocido de Ser Isaak, quién se batía e...

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Fue ahí cuando logró darse cuenta de quien había profesado aquel grito, pues una réplica de este llegó a sus oídos con claridad pocos segundos después, ayudándole a descubrir a ni más ni menos, que el rostro conocido de Ser Isaak, quién se batía en un duelo con varios caminantes a la vez.

El caballero peleaba con rudeza y nerviosismo, pero aun así, lograba acertar en cada estocada que profesaba, aunque el joven caballero no parecía ser quién estuviera en problemas, miraba a través de la multitud como si algo más le preocupara, hasta que Jacob siguió la dirección de sus ojos y encontró a Ser Peyton en problemas, en realidad en graves problemas.

Estaba rodeado.

Jacob no dudó ni un solo segundo.

Avanzó entre sus hombres, siendo cubierto inmediatamente por ellos para llegar con mayor rapidez hasta su caballero, Ser Isaak se percató de que el propio rey corría en busca de ayudar a su padre. Y cuando por fin pareció librarse de su propia batalla, se lanzó en la misma dirección que Jacob.

Dragonscale [l.s]On viuen les histories. Descobreix ara