➳ 31: Desolación. ➳

39.7K 4.7K 35K
                                    




Skyler

La joven muchacha avanzaba con destreza sobre el campo de batalla. Le iba bien, lo esperado para una muchacha tan joven y ágil como ella, tan preparada para la batalla como si hubiera estado formándose para ese momento toda su vida.

Así peleó hasta encontrarse con Liam Payne, metido en la batalla justo dentro de su campo visual, un poco más adelantado que ella. Parecía haberle alcanzado. Sonrió débilmente, y aunque probablemente nunca lo admita en voz alta, estaba genuinamente feliz de ver al joven lord y no encontrar su cadaver arrimado sobre alguna pila de cuerpos. Sintió un poco de calma rondar entre sus huesos cuando por fin puedo acercársele lo suficiente para unirsele.

- ¡Oye, Lincon! ¿cómo vas? -le preguntó de broma mientras unía su espada a la lucha y se deshacía de algunos resucitados como si eso fuera una tarea que llevase practicando por años, como si aquellos hijos de la noche no representaran mayor peligro.

El alfa se giró a verla, tenía la cara empapada de ceniza, así como el sudor que le recorría por toda la piel de su rostro, le daba un aspecto sucio y desaliñado.

-Sky..., -dijo, notablemente confundido, pero extrañamente alegre de encontrar a la rubia.

- ¡Agáchate! -gritó la chica, mientras el alfa correspondía a su orden y ella lanzaba su espada en dirección a un caminante, tirándolo de su caballo y arrebatándole la vida. Un par de golpes más y ellos habían acabado con otra horda. Skyler se apresuró a recuperar su espada mientras gozaban de una ventana de descanso entre la guerra.

- ¿Dónde está Kargem? -le preguntó el alfa, pasando el antebrazo sobre la frente para eliminar los rastros sobrantes de sudor.

-Debe estar abriéndose paso más al norte, se dirigió directo allá cuando regresamos con los dragones. -le explicó. Liam asintió mientras recuperaba la respiración.

Los dragones en el cielo seguían volando y quemando, los hombres iban y venían, muchas carretillas llegaban vacías y se iban a reventar de alfas y soldados caídos. Muchos gritando de dolor, otros, despidiendo a la vida. Liam se quedó mirando a una carretilla, luciendo perdido y desolado.

- ¿Tu padre? -preguntó la rubia.

Liam ni siquiera la volteó a ver. Él simplemente negó con la cabeza.

Skyler se tensó por completo. Quiso decir algunas palabras, pero siempre se había inclinado por quedarse callada. Y esa no fue la excepción. Más tarde habría tiempo para condolencias. Mientras, la guerra continuaba y ella estaba con Liam, saldrían de ahí, se encontrarían con Daeron, y matarían al rey oscuro.

-Vamos, alfa, tenemos que seguir. -le dijo, avanzando frente al muchacho, que tardó en seguirle, pero quién pronto se puso tras ella.

No pasó mucho tiempo para que ella y Liam se abrieran paso entre los muertos, peleando hombro con hombro; Liam la protegía, así como Skyler lo salvaba en ocasiones. Y ella nunca antes pensó que le agradaría un norteño, pero lo hacía sopresivamebte cuando el alfa peleaba a su lado.

Ambos se abrieron paso a través de los campos helados y se acercaban cada vez más al punto de encuentro en donde Skyler había acordado con Kargem y Harry. Estaban a nada de lograrlo y lo hubieran hecho de no ser porque una lanza de hielo llegó de repente y se incrustó sobre el tobillo del alfa.

Liam gritó de dolor.

- ¡Liam! -saltó la rubia, agachándose de repente cuando miró al castaño caer de rodillas sobre la nieve. Ella se precipitó junto a Liam, pero antes de que pudiera acercarse lo suficiente, otra lanza rasgó el hombro a Lady Akgon.

Dragonscale [l.s]Where stories live. Discover now