Capítulo 35

4.4K 605 161
                                    


DESESPERADA PRIORIDAD

"Estar solo no tiene nada que ver con cuantas personas hay alrededor".

—Revolutionary Road, Richard Yates.


JUNE

Horas después de la confesión de Jake, la acidez estomacal estuvo a punto de perforarme el estómago. Quizá era obra del Plan B, sin embargo, yo quería culparlo a él.

Después de que mi ex novio predicara su amor eterno por Duncan como si su vida dependiera de ello, estuve de regreso en casa y mi humor inevitablemente decayó. Nada de lo que Jake y yo tuvimos fue real después de todo. ¿Cómo no habría de afectarme todo lo que sufrí por ese cabrón?

El lado positivo y, lo que puedo rescatar de todo lo ocurrido, gira en torno a mi relación con Duncan. A partir de entonces nos unimos más. Compartimos juntos como una pareja.

Por otro lado, ambos coincidimos que nuestro temor a ser descubiertos casi estuvo a punto de esfumarse, sin embargo todavía nos quedaba buscar la manera en que Duncan le agrade a mi madre.

En el transcurso de los días todo, sorprendentemente, empezó a mejorar. Alexis no se manifestó en la empresa durante un par de semanas, asuntos personales según le dijo a Harry, algo que nos pareció extraño, pero que de a poco empezamos a darle menos importancia.

Harry se quedó a cargo. Me alejé de la copiadora y, gracias a él, empecé a realizar el trabajo por el cual pasé los últimos años estudiando.

Junto a varios artistas implementamos proyectos culturales y artísticos en varias galerías y exhibiciones de alta gala. Fueron todo un espectáculo. Pero a pesar de todo, a Duncan no termina de convencerle que me fie tanto de Harry. No le parece fácil de digerir que me haya ofrecido ayudarle a hundir a su hermana y así obtener a cambio un puesto que realmente merezco. Me sugirió buscar otro lugar para trabajar, pero no puedo dejarlo. Todavía estoy empezando.

Jake en cambio desapareció por completo de nuestro radar. Todavía más extraño resultó que extendiera su periodo de ausencia por enfermedad en el trabajo. Pero a pesar de nuestra preocupación no pudimos contactarlo, rechaza nuestras llamadas, y las veces que Duncan lo visitó en su apartamento, jamás abrió la puerta.

Debo admitir que todo esto tiene mayor efecto negativo en Duncan, quien, habiendo experimentado la muerte de su hermano por un engaño, se siente culpable por Jake a pesar que nada tiene que ver. Está claro que lo nuestro no funcionó desde un comienzo.

—¿Sigues preocupada? —Harry se acerca a mí.

Dejo de contemplar un punto perdido en la cafetera y volteo en su dirección. Todavía nos queda trabajo por hacer y me he quedado viendo a la nada, dejando pasar el tiempo. Será cansancio.

—Lo odio, pero... ¿Es normal que no conteste? Han pasado cuatro semanas. Su ausencia y la de Alexis, me atormenta. Que todo esté tan tranquilo, ¿no te resulta inquietante?

Harry me examina con preocupación.

—¿Almorzaste?

—Un sándwich de atún.

—¿Desde cuándo te gustan los mariscos?

—Uno no cambia de dieta por gusto. El cuerpo lo pide. Lo hizo hoy y se lo di, ¿cuál es el problema? Lucía apetitoso. —Me encojo de hombros, aunque también es cierto que todavía conservo el desagradable sabor en el paladar, motivo que me llevó hasta aquí, para prepararme un café y pasar el mal sabor, pero ni siquiera la he encendido todavía. Además, ¿qué diablos le importa si ingiero tierra?

La inocencia prohibida ✓Where stories live. Discover now