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Endimion:

Mis manos tocan cada tecla como un grito de auxilio, su mirada perdida hace que me dé cuenta que no se encuentra conmigo.

Los recuerdos de nuestro pasado ahora son solo eso, recuerdos, ya nada volverá a ser lo que era antes, ella ya no me ama o sí fuera así, me lo diría a cada segundo como solía hacer.

Se levanta y dejo de tocar para prestarle atención, una sonrisa vacía es dibujada en su rostro, sus pasos ágiles y delicados hacen que me pierda en la infinidad de sus piernas. La profundidad de su mirada donde puedes presenciar a la misma noche, me miran sin mostrarme ninguna idea de lo que sucede.

Mi hermosa diosa vestida en delicadas telas blancas, su color preferido. La cascada negra que adorna alrededor de su rostro hace que piense en su textura y en las miles de veces que me hicieron tocar éxtasis con su agradable olor a vainilla.
El recuerdo de sus miles de gestos y maneras de expresarse llegan a mí mente como flashbacks.
Ella es uno de los poemas en el libro de mi vida que solo habla de ella.

Toca una tecla del piano y envidié en ese instante a aquella. Su dedo índice de deslizó de forma firme y seductora por mi brazo, me tensé con aquel toque.

"Miles de años y nuestro cuerpo reacciona igual"

Su sonrisa de lado y su mirada traviesa provocan un mar de emociones inundando a mi lobo por dentro de regocijo. Le devuelvo la sonrisa, ella se tensa y deja de sonreír, sacude su cabeza de seguro quitando sus malos pensamientos y vuelve a pasar su dedo por mi brazo, sigo con mi mirada sus movimientos y un leve suspiro me abandona al momento de que ella toca mi cuello, mi corazón se detiene de forma abrupta y vuelve a latir de forma  acelerada amenazando con escapar de mi pecho.

Mi cuerpo se estremece cuando siento su aliento en mi oído:

-Toca para mí-

Mis manos tienen un ligero temblor que trato de disimular sacudiendolas y posarlas de nuevo en las teclas.

-Todo para mí hermosa Selene.- digo por qué es cierto, haría lo que sea por ella, mi hermosa diosa luna.

Toco la primera canción que bailamos.
Ella se sienta junto a mí. Trato de concentrarme tanto en las teclas como en ella, sus ojos cerrados y un suspiro cansado, está agobiada.

Lágrimas comienzan a caer de su rostro y el dolor se filtra en mi pecho, el mismo dolor que ella siente se expande en el aire y me afecta en sobremanera, es un aura que desprende por la habitación, contagiando su tristeza  intensa que alberga en su ser.

"¿Porqué estás triste mi bella diosa?; ¿Será que ya no me amas?; ¿Será que ya no quieres estar a mí lado?..."

Limpia sus lágrimas y abre los ojos, mira hacia al frente donde mis manos se encuentra entonando la melodía que parece hechizarla.

Su piel tersa me llama para ser tocada...
La puerta de la habitación se abre y Lidya entra en pasos inseguros mientras yo toco, una vez que la tengo de frente dejo de hacerlo y aguardo que hable.

-Mi alpha, su amigo Pan solicita su presencia en el gran salón.- su voz débil e insegura solo causa una pizca de repulsión.

Asiento y miro a Selene tratando de disculparme con la mirada pero ella sigue viendo a Lidya con mucha atención hasta que algo en su rostro parece encenderse.

-Mi luna, si me disculpas, como escuchaste tengo que ir hablar con Pan.- ella después de un buen rato me ve y sonríe de forma forzosa.

- Iré contigo.-dice bajo pero firme.

Asiento con una sonrisa mientras cojo su mano, ella da un pequeño brinco y deja de sonreír, me levanto y ella igual y vamos hacia al gran salón.

Puedo sentir desde donde estoy la presencia de Pan es tan fuerte que no dudo que toda la manada le llegue ondas de poder.

Al entrar me toma de sorpresa que no se encuentre con su forma original sino en humano.

Miro a mí Luna y parece que está cautivada con Pan.
La idea de arrastrarla hasta la habitación anterior es tentadora, el recuerdo de qué fue en su momento su pareja hace que un deseo enfermizo de asesinarlo se apodere de mi mente.

Odio a Zeus por lo que nos hizo, lo odio por convertirme en esto, lo odio por torturarnos sin darnos cuenta y lo que más odio es saber que ella no recuerde amarme. Sus celos son el doble que los mío y su ego fue afectado con la idea de que Selene lo dejó solo por mi.

-Habla a qué has venido, Selene ya se encuentra con nosotros, ahora sí puedes hacerlo.- un gruñido me abandona al verlo sonreírle de esa forma.

-Dejame deleitarme un rato más con su belleza, es que...WOW!!! cada vez que la veo me es imposible apartar la vista, su belleza es hinoptizante y...-

-Pan, habla ahora o juro que llevo a Selene a otra habitación y vuelvo para partir cada uno de tus huesos.- mi voz sonó más ronca y puedo apostar que mis ojos están completamente rojos.

Me percato como ella retrocede de forma lenta y sus manos empiezan a temblar.

-Parece que alguien está asustado aquí y no es Selene.-le lanzo dagas con la mirada, el alza las manos en forma de rendición.- Prepárate por que esto es lo que has estado esperando.

De pronto todo cobra sentido y vuelvo acordarme de la nueva posición de Pan para los dioses, en lo que se ha convertido y mi corazón comienza a latir sin frenesí y trato de relajarme sosteniendo la mano de Selene.

Ella se tensa y no presiona mi mano como yo lo hago con la suya, Pan parece notarlo y la burla aparece en su rostro.

>>Creo que sería mejor si no te cuento.-

-Habla rápido antes de que llame a los comealmas.

Y sin más él dice lo he estado esperando desde el momento que Selene volvió a mí vida.
-Los hechiceros han despertado y quieren regresar los recuerdos a Selene, Zeus se lo ha permitido.-dice sin más viendo en todo momento de hito en hito entre Selene y yo.

Porque aunque no lo admita ella no me recuerda, Pan y yo lo sabemos pero no lo hemos dicho.





Mi Luna (COMPLETA)Where stories live. Discover now