Xlll

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La música suena, invitándome tanto a cantar como a sufrir con la melodía.

Subo las escaleras mientras veo a las afueras de las gran ventana que reemplazan a una pared, la luz de la luna iluminando todas las paredes le da un toque aterrador y cautivante.

Un gruñido-grito hace que me detenga y presione con mucha más fuerza el barandal, una vez que paró, continuo subiendo.

La música en el piano se detiene y toda yo entro en pánico.

Entonces lo escucho... Su voz, es atrayente y tranquilizadora, la música me es desconocida pero la letra es tan desgarradora que hace que el peso de cada una de sus palabras se suban a mi espalda y se sume a los innumerables pesares que sostengo.

Una vez arriba todo se torna tan oscuro que pareciera que tuviera los ojos cerrados con fuerza.

La piel de mi nuca se eriza al sentir un aire cálido, una caricia suave se desliza en mi brazo derecho y mi corazón en ese instante se detiene para volver la latir sin frenesí, tan fuerte que puedo escucharlo, tanto que temo que salga de mi caja torácica...

-Matalo.- pide Adam en un susurro.

Mis piernas tienen un ligero temblor mientras la presencia junto a mí me guía entre las penumbras del lugar.

-¿Vas a matarlo?.- susurra de nuevo.

Asiento pero sé que en medio de la oscuridad no me ve.

-S.si- mi voz tiembla debido al torbellino de emociones que hacen presencia dentro de mi.

Entonces las luces del lugar se encienden y me quedo paralizada con lo que veo, la paredes blancas manchadas con sangre como sí alguien lo hubiera hecho apropósito, volteo a ver a Adam pero lo que veo es algo más aterrador, el monstruo cubierto de sangre y con Adam en sus brazos escupiendola mientras tose, el monstruo llora y disculpas son cantadas para mí.

La imagen es tan aterradora que me es inevitable cubrirme la boca, las lágrimas nublan mí vista mientras retrocedo.
Llevo mis manos a mí vientre sintiendo a mí bebé moverse demasiado fuerte.

El dolor que sentí cuando ví morir a  Adam agarra mi corazón y los estruja con mis recuerdos de él, tanto los felices como los tristes.

-PARA.-grito tan fuerte que ardor se esparce por mi garganta, esto es demasiado para mí. Tan solo... Tan solo quiero que esto acabe.-Por favor DETENTE.-

Despierto cubierta por una ligera capa de sudor, mi respiración es  agitada y el latir desembocado de mi corazón hacen  lo recuerdos del reciente sueño vuelvan a mí.
Entonces recuerdo que hago aquí, estoy en la habitación, después que el monstruo se disculpó dijo que encontraría otra forma de qué yo logré recordar y se fue y yo tuve que volver a encerrarme en estas cuatros paredes.

Todavía no puedo creer todo lo qué ha pasado, en como mi vida cambió de un día para otro. Esto es aterrador. Sabía que me encontrarían, sabía que por culpa de mi padre yo nunca iba a tener un final feliz y Adam a mí lado corrió con la misma suerte.

Mi corazón se estruja al recordarlo. Entonces la idea de subir las escaleras y seguir con los pasos que Adam me dijo es tentadora, pero el miedo de que el monstruo me atrape hace que no me mueva.

"Serás libre"- dice la voz insidiosa en mi cabeza. Asiento y paso mi mano por mi vientre recordando lo grande que era en el sueño.
Sacudo la cabeza tratando de alejar esos recuerdos.

Salgo de la cama, Miro las esquinas de la habitación por inercia y voy al interruptor, mi imaginación traicionera hace que piense en miles escenarios que podrían haber en la habitación y que sólo podría ver cuándo encienda la luz.

"DEJA DE SER UNA MIEDOSA"- me grita mi subconciente.

Me armo de valor y la enciendo y al no ver nada, dejo escapar el aire que tenía retenido en mis pulmones.

Me acerco a la perilla y le doy vuelta, una vez abierta la puerta, trato de hacer el menor ruido posible, temiendo que algo pase gracias a mi mala suerte.

Comienzo a pensar donde estaban las escaleras que daban con el piso de arriba y una vez hecho, sigo el camino aferrándome a mis vagos recuerdos.

Puerta y más puertas hacen que el dolor en mi cabeza aparezca, hasta que llego.El gran ventanal que reemplaza a una pared hace que me detenga y me deleite con el paisaje que otorga, las flores y las miles de estrellas me hacen pensar en cosas alucinantes.

Entonces igual que en mi sueño un gruñido-grito retumba en el lugar, mis piernas comienzan a temblar al compás del latir desembocado dentro de mi pecho.

Subo escalón por escalón pero trato de no aferrarme al barandal por la simple idea de que eso puede evitar de qué lo soñé se llegue a cumplir. Llegó a una puerta y los alaridos de dolor se escuchan. Al abrirla, lo veo.

El monstruo se encuentra de espaldas a mí, su cuerpo tiene un ligero temblor mientras los alaridos son soltados con pesar de sus labios.

Nunca me imaginé verlo así de vulnerable. Algo dentro de mi se regocija de satisfacción al verlo sufrir pero otra me hace creer que al igual que yo, no se lo merece.

Mis piernas traicioneras avanzan hacia él, una sonrisa se dibuja en mi rostro pero la borró al momento en qué me mira.
Sus ojos celestes me destrozan con el dolor que emanan. Limpia las lágrimas mientras su rostro se ilumina.

Se levanta y se va acercando a mí a pasos firmes mientras yo retrocedo con mis piernas temblando como si fueran gelatina.

Choco contra la puerta, me detengo y él posa sus manos a los lados de mi rostro, su mirada azul eléctrico hace que todo mi cuerpo se erice.

Su mirada se posiciona en mis labios, y pongo mis manos en su pecho tratando de hacer que se aleje pero logro lo contrario, está tan cerca que su aliento choca mis labios y nuestras narices están a un simple roce de lejanía.

-Dejame besarte y poder hacer que todo mi dolor desaparezca con el dulce sabor de tus labios, mi hermosa luna.- su voz ronca y jadeante hace que me tense y la repulsión se hace aparecer.

-S.sueltame, por favor.- mi voz es tan débil que temo que no sea mía, odio que el temor me convierta en esto, en alguien insegura, lo odio pero no me queda nada más que hacer.

El dolor se incrementa en su mirada y hace que más culpa se aglomere.

Acortó la distancia en un beso y nunca pude sentirme peor que ahora, su beso incrementa y mis labios se aprietan no queriendo probarlo. Un jadeo escapa de mi y él aprovecha para profundizarlo.
Le sigo y siento que le estoy dando la ventaja de arrebatarme todo.

Me separo jadeante al igual que él.

-Vamos al piso de arriba.- digo en medio de un suspiro.

Su mirada oscurece y una sonrisa ladeada aparece en su rostro.

-Si quieres ir a mí habitación, vamos mi bella luna.-susurra.

Me guía en varios pasillos desconocidos y entonces lo veo, el único  florero en toda la mansión.
Dónde está la poción que puede asesinar al monstruo de ojos rojos. Todo lo que  me dijo Adam para acabar con esta tortura, es verdad.
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Espero que les haya gustado y sí fue así no se olviden de comentar y votar. Gracias.♥️

Mi Luna (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora