Cap 31

865 72 12
                                    

POV Hipo
El director me dijo que contara primero lo que paso, así evitaría mentiras de Patán.

Yo le dije todo lo que sabía, sin mencionar que Jack o Astrid sospechaban algo, pues sin pruebas les hubiera mentido un gran problema, hasta llegar al momento del puñetazo.

El director tenía los hombros caidos, como si estuviera cansado de ese tipo de situaciones, pero el resto de su postura mostraba resistencia e inteligencia.

Al terminar mi relato, miró a Patán.

-No es la primera vez que llegan aquí con este tipo de quejas-dijo con un tono que dejaba en claro que estaba harto de él-, ¿Qué tan lejos estas dispuesto a llegar por algo?

Patán resopló y dirigió la vista a otro lado.

El director contuvo un suspiro.

-Hipo, un día suspendido; sé que no es fácil reaccionar a esas situaciones, pero siempre utiliza la cabeza antes que los puños. Además, sabes que puedes contar con cualquiera de nosotros. Patán, 2 días suspendido, supongo que ya no debo dirigirte el discurso de siempre ¿Verdad?

Patán seguía sin dirigirle la mirada.

-Como sea, Patán, tu hermana vendrá a recogerte...

-Hermanastra-corrigió entre dientes-¿Y que se supone que va a hacer ahora?

-No es de mi incumbemcia-dijo con toda calma el director-, con respecto a ti Hipo... no sé si ti padre vaya a venir....

-Puedo ir solo a casa-dije en tono neutro. Para este punto ya me había resignado, pasaría lo que tuviera que pasar.

De todos modos, el director no pudo evitar darme una mirada con algo de lástima.

-Creo que eso sería todo por el momento-se levanto y se dirigió a la puerta-. No quiero escuchar más noticias de este estilo, de ninguno de los dos, luego me encargare de hacerles llegar a sus padres un compromiso y todo lo demás.

Abrió la puerta y nos despedimos.

Al salir vi que Luna ya no estaba, cosa que me pareció rara, pero antes de que pudiera preguntar la recepcionista nos habló.

-La profesora Valdez tuvo que irse un poco antes, pero dejó esto-dijo pasandole un sobre al director-. También dijo que sentía no poder entregarsela ella misma. Luego se fue a recoger las últimas cosas que le faltaban en algunos salones.

-¿Una carta de renuncia?-preguntó Patán mientras intentaba leer el contenido del papel-. Finalmente nos libraremos de esa...

-No esta renunciando-interrumpió el director de forma cortante-, solo explica el motivo por el que faltará estos días, que no es de tu interes-terminó guardando la carta.

Sonó el telefono de la recepcionista, interrumpiendo el silencio que se había formado.

-Llegaron por el señor Jorggenson-dijo ella colgando-, lo esperan en la porteria.

Sin decir nada más a nadie, Patán tomó su mochila y se dirigió a la salida, maldiciendo entre dientes a su hermanastra.

Por mi parte me despedí de los presentes y me dirigí a mi casillero, si no iba a venir al menos debía llevarme algo para entretenerme en casa... si es que iba allí.

Caminé lentamente hasta mi casillero con esa idea en mente.

A papá no le haría mucha diferencia que me marchara, tal vez solo notaría una reducción en algunos costos pero ¿A dónde iría? A penas tengo 16, no es como que pueda hacer mucho solo para subsistir.

Gruñí ligeramente para mis adentros. Este tipo de ideas siempre llevan a algo malo.

Cerré fuertemente el casillero, me puse la mochila en el hombro y empeze a caminar, si ver muy bien a donde.

Por andar con la cabeza en otro lado, choque con alguien más, votando casi todo lo que llevaba en manos. Me apresure a ayudar a recoger todo.

-Perdón-dije-, no vi por donde.... ¿Luna?

El NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora