Cap 42

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POV Hipo
Al empezar el descanzo, decidí quedarme en el salón; no quería camina mucho, y Jack lo comprendió totalmente.

Los 2 nos quedamos en el salón, hablando de cualquier cosa.

Él no me preguntó mucho sobre el hospital o estas semanas, pues como me veía bien, no quería incomodar.

En medio de nuestra charla, Astrid asomó su cabeza por la puerta, como si nos hubiera estado buscando desde hace un buen rato.

-Finalmente te encuentro-dijo cuando me vio-, pense que saldrías a caminar un poco.

Hice una pequeña mueca.

-Estoy cansado...... lo hare después.

En su rostro pude ver un poco de culpa y preocupación, de segiro pensaba que estaba siendo evasivo con ella porque estuvo involucrada con el accidente.

Me aclare la garganta.

-¿Qué necesitas? Dijiste que llevas buscandonos un rato.

Eso le devolvió la luz a su rostro.

-Cierto-comenzó a rebuscar en su maleta-. Quería darte algo, como para celebrar que estas bien.

Lentamente puse mi pierna izquierda atrás, como si eso fuera a ocultar lo que era ahora. No podía decirle a Astrid eseequeño efecto colateral, no creo que se perdonaría nunca.

Finalmente, sacó un frasco con una sustancia liquida adentro. Por su mirada se notaba que estaba orgullosa de su creación.

-Es una receta que encontre en casa; Ponche de Yack.

Jack se rio ante ese nombre.

-¿Mataste a mis tocayos para hacer eso?-dijo fingiendo que se desmayaba-. Me siento traicionado.

Astrid le dio un codazo y le sacó la lengua. Al menos este par seguían iguales.

Dejo el frasco en mi mesa y me quedo viendo, expectante a mi reacción.

Lo abrí... e hice todo lo posible para no vomitar.

Olía horrible y, ya viendolo de cerca, tampoco tenía buen aspecto.

Sabía que ella seguía viendome, por lo que decidí provar un poco. Peor error de mi vida.

Hice lo que pude para tragarlo y hace una sonrisa.

-Me encanta-mentí procurando no vomitar.

Ella somrió ampliamemte.

-¿En serio? Gracias.

Se lanzó hacia mi y me dio un abrazo. Por el impulso, hizo que mi silla tratabillara un poco hacia atras, lo que casi hace que me caiga.

Nuestros rostros quedaron cerca.... y no sabría decir quién se puso más rojo primero.

Astrid se alejó y se ordenó.

-Bueno-dijo con algo de nerviosismo-, espero lo disfrutes. Me temgo que ir, apuesto a que me buscan Heather y Mérida.

Apenas salió del salón escupí lo poco que me quedaba en la boca devuelta al tarro.

-¿Tan mal está?-preguntó Jack entre risas.

-¿Quieres probarlo?-respondí extendiendo el tarro.

-No gracias, no quiero intoxicarme.

Reí por lo bajo, mientras intentaba quitarme ese extraño sabor de la boca.

Pensé que sería pridente guardarlo y botarlo en mi casa, así no habría chance de que Astrid lo notara.

Me pare para guardarlo en mi maleta, pero justo en ese momento a mis piernas les dio por fallar. Se me entedaron los pies y temine cayendo al suelo.

-¿Estás bien?-Preguntó Jack acercandose a mi, levemente  alarmado.

-Lo que me faltaba- murmure entre dientes miemtras intentaba volver a parame.

Apenas había apoyado mis manos en el suelo cuando Jack preguntó

-¿Qué es eso?

Mi pantalón se había levantado levemente, dejando a la vista grandes partes de metal de mi pierna izquierda.

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