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Llegaron a un hotel no muy llamativo por fuera, cuando entrabas te daba la impresión de que pronto llegaría John Wick y pediría una habitación.

En el hotel Wade y Nai guardaban dinero, armas, entre otras​ cosas de las personas a las que golpeaban y de vez en cuando Wade les cortaba la extremidades. Fueron a la suite presidencial y la chica se tiró en la cama.

—Jamás te había visto con ese tipo de ropa— Dijo Wade con el ceño fruncido.

—Si yo tampoco— Dijo la chica poniéndose de pie y quitándole la mochila a Wade.

Después de beber algunos tragos Wade se puso su traje, Nai se puso un abrigo peludo extravagante que le habían quitado a unos Yakuza.

—Tengo hambre— Dijo Deadpool pintandole un nepe a dopinder el cual estaba dormido.

—Vaya, es raro que no sea yo la que diga eso— La chica rebuscó en el armario y saco unas zapatillas y un bolso Louis Vuitton, tenía una idea en mente.

—Vayamos por comida, y después serás la carnada para un montón de pendejos que no sabrán quien les golpeó el trasero— Nai sonrió ampliamente.

—Es casi exactamente lo que pensaba— Dijo la chica de cabello azul poniéndose anillos y joyas.

Dejaron a dopinder en la habitación y fueron a una tienda 24/7 compraron comida y después empezó el plan. Wade empezó a caminar por la calle, Nai iba un poco lejos de el para que creyeran que iba solo.

Nai había tenido la fantástica idea de ponerle las joyas, el abrigo, el bolso, un vestido y una peluca a Deadpool, era de noche y no había luces por esa zona por lo que no se veía su traje. 

Entonces de un callejón salieron como cinco hombres de entre 16 y 25 años, se notaba que estaban ebrios, vieron a Pool y se acercaron a el creyendo que era una mujer y dijeron un montón de cosas vulgares.

—Vamos chica, pasaremos un buen rato— Dijo uno de los hombres tomándola de la cintura. —Se ve que tienes dinero, ¿Cuanto crees que vales para tu familia?— Pool se giró a ver al hombre.

—Miles de millones talvez— El hombre frunció el ceño y retrocedió un paso.

—Que carajos?— Dijo el hombre y sus amigos se quedaron expectantes mirando a Deadpool.

Deadpool se quitó el abrigo y guardo las joyas en el bolso, se bajó un poco el vestido por qué se le había subido y se sujeto el cabello​ en una coleta, los hombres solo lo veían confundidos.

—Oh cariño, podrías detenerme esto?—Dijo con la voz chillona y le entrego el abrigo y el bolso al chico más joven.

Entonces le dió una patada en la pierna a uno de los hombres tan fuerte que se escuchó un "Crack", uno de los hombres al ver eso intento sujetarlo por detrás pero Pool le dió un codazo en el estómago.

—Perdonen caballeros pero esta damisela es mía— Dijo Nai pateandole la espalda a un hombre el cual cayó cerca de unos botes de basura.

Los hombres que seguían de pie se llevaron al de la pierna rota y al que estaba inconsciente cerca de la basura.

—Hey no se vayan, estábamos pasando un buen rato!— Dijo Deadpool mientras los hombres apresuraban el paso.

La chica miro al chico que sostenía el abrigo y el bolso, Pool se estaba mirando en el espejo de un auto.

—Mierda, me he despeinado— Exclamó Wade quitándose la peluca.

—Sabes no te queda el rosa— Wade se quitó la máscara y el chico le miró sorprendido. —Deberías de conseguirte nuevos amigos— Nai tomo el abrigo y el bolso, el chico estaba en shock por lo que había sucedido.

Wade se acercó al chico y sonrió maquiavelicamente, Nai se aguanto la risa de la cara de psicópata que tenía.

—Buuu!— Grito Wade y el chico salió corriendo asustado.

Nai negó con la cabeza y volvieron al hotel, la chica iba tambaleante pues estaba totalmente ebria, la adrenalina de la situación había contrarrestado un poco los efectos del alcohol pero ahora estaba muy mal.

Wade tuvo que cargarla como saco de patatas pues Nai se había quedado tirada a media calle, aún consiente pero demasiado mareada como para seguir en pie.

Al día siguiente eran las dos de la tarde y apenas se habia despertado la ojiazul, Nai seguía ebria por suerte por qué la resaca sería horrible, pero no era momento de ponerse a reflexionar sobre cuánto había bebido, tenía que llegar a su entrenamiento o su madre la mataría.

—Wade me voy— El nombrado se movió entre las sábanas.

—Vamos Nanai, pégame, pégame fuerte— Musitó Wade entre sueños, la chica frunció en ceño y negó con la cabeza, tenía que olvidar eso.

Nai tomo sus cosas y pidió un taxi, el cual la dejo en la torre media hora antes de las tres.


•OMNIA• Steve Rogers [CANCELADA]Where stories live. Discover now