Capítulo 12

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- Pero... Alex, ya de eso pasaron once años ya. Once años y de eso yo se que fue un accidente y no algo más fructuoso que eso.

- Si, lo sé. Estuve contigo, con Lex y con tu papá en todo momento.
Cada que John hablaba con Kara sobre ello, ella sólo tenía catorce años cuando sucedió eso y en ese tiempo, éramos menores de edad y tu papá nos permitió leer la autopsia... Pero creo que después de un tiempo ella lo vino superando y vivir en tranquilidad aunque a veces, el trauma regresa de distintas formas a perturbarla.

Ahora tenía sentido el que Eliza no visitara a Lex aún siendo el vecino más cercano de la propiedad de los Danvers.
Así como también podría explicarse el por qué Lara mantiene la vida familiar en discreción, muy por encima de todas las atenciones que tiene al ser persona con la vida pública.

- Bueno... La verdad es que no quiero que pasemos el día charlando sobre Kara; pero me aborda la curiosidad con ella.
Después de todo la he vuelto a encontrar luego de tantos años y me intriga su comportamiento después de como fijó su trato conmigo.

- Ella no es hostil ni prepotente como me lo mencionó Eliza. Pero si te sirve saberlo, Kara pasó muchos años viviendo en la tranquilidad del caserón.
Hizo su escuela secundaria aquí mismo en Midvale y sus estudios superiores en línea. El año pasado John le regaló un boleto de avión para irse a Ciudad Central y tomó un curso de Sociología por unos meses y regresó titulada, pero por alguna razón, a ella sólo tenía espacio para trabajar en no se qué en su computadora personal, como para continuar y tomar una especialización.

- Osea que... Crees que tu prima tiene más misterios.

Alex asintió y dejando a Lena con más interrogantes en sus pensamientos.

- Por favor Lena, te suplico que si llegas a encontrarte a Kara o a mis tíos quiero que pasemos el tema de largo y no hablar abiertamente de ello ni con los agricultores que trabajan con ellos.

- Palabra de Luthor.

Los siguientes tres días Lena seguía llegando al caserón de los Danvers, aprovechando la estancia de Alex y pasando horas departiendo como en esos días dorados de verano.
Iban a nadar a la piscina, a conducir en los senderos, a departir meriendas e incluso hasta plantar con John.
Todas las atenciones de los Danvers a Lena se volvieron más cordiales que el primer día.

Pero como siempre, había un pero de todo esto.
Y es que en todas las ocasiones, Lena recibía las evasivas de Kara.
Eliza siempre justificaba la negación de su hija en salir con su prima y su vecina.
En cambio, John hacía de mensajero para las chicas y siempre recibía las hostilidades de Kara.
Por esos días, Kara hizo efectiva el cambio de chapa de la puerta que lleva al ático, pero el extravió de las nuevas llaves obligó a tener la puerta abierta y a Kara no le quedó más remedio que aceptar su situación, encerrándose en su dormitorio o en el ático y solamente asomarse por la ventana para tomar luz del sol.

Durante el tiempo en que Lena frecuentaba el caserón de los Danvers, ella no decía ningún comentario por respeto y más porque Alex pidió discreción al ser un tema del que no podía hablar abiertamente.
Lena comprendió, pero en el fondo no le cuadraba aquello, no le cuadraba en lo absoluto.

Para todos, Kara podía tener esa expresión de extraviada, de defraudada, de depresiva; pero Lena sabía que Kara era mucho más que eso
Muy al contrario de lo que sabía, podía ver que ella estaba viva, vibrante, emocional y sensible a grados superlativos.
Pero se calló.

Paulatinamente entraba en ella una duda y esta se agrandaba hasta hacerse obsesiva. Porque a ella le encantaba buscar las verdades y debía de encontrarlas en ese misterio.

Triunfos RobadosWhere stories live. Discover now