Capítulo 30 // FINAL

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Fue una noche larga.  El insomnio más el alcohol hacían eco pesado en Lena.

Sin poder descansar, pasaba el rato observando el perfil de Lara en Instagram y comprobando una vez más que su vida de lujos y caprichos era más resaltante que el ser una persona seria, centrada y responsable con sus escrituras.
Serían ya las tres de la madrugada y en sus últimas historias compartidas registraba su ubicación en la ciudad de New York.
A éstas alturas no quiso esperar a que saliera el sol y a lo mejor ya serían las cinco, casi seis de la mañana en donde estaba Lara.

Comenzó con enviarle mensajes de texto, pero ni siquiera los dejaba en visto.
Pensó en conectar una vídeollamada, pero su aspecto demacrado delataría bastante lo que le pasaba interna y externa.

Optó por lo simple, una llamada telefónica.  Alex y Kara seguirían muy bien dormidas.
Luego de varios impulsos en media hora, por fin Lena conectaba con Lara.

- Lena.  ¿Qué es lo que quieres? Acaso, ¿no has visto la hora que es? -  contestó por todo saludo tajante y directo, muy acostumbrado de su parte.

- Lara querida, tengo siglos de no saber de ti. ¿por qué no contestas mis llamadas?  - sintiendo el asco del ácido de el alcohol, el aún darle trato preferencial, le aborrecía.

- Bueno si, ya sabes como es esto Lena. Y me dirás entonces de que te urge verme para que te cumpla con los trabajos que me encargas. -

- Bueno, si, y al mismo tiempo no. Escucha Lara, quiero verte.  Desde hace mucho que no te veo y no  hemos pasado tiempo en mi apartamento y acabo de comprar un juego de vinos de la Toscana que son una maravilla.
Me gustaría que vinieras a comer conmigo.
Dado a mi corto viaje en el crucero, aprendí a cocinar y ya hago unas comidas exquisitas. -

Lara se hizo la desatendida, pero replicó con firme seguridad.

- Iré mañana en la noche Lena.  Tengo que terminar unos pendientes y estaré disponible para ti.  Me encantaría saber cómo fue tu viaje, y de paso, si me haz comprado un regalo. -

- ¡No! - respondió en voz alta, apresurada, un poco más y despertaba a Alex o a Kara.
- Mejor ven hoy mismo en la noche a mi casa y no a la oficina.  Te recuerdo de que te deje un trabajo pendiente y hasta ahora que no tengo ni un pequeño adelanto.  Esto es en serio, que te lo pido porque he confiado en tu ingenio y talento.  Tienes que volver a la ciudad Lara, te guste o no. -

- Está bien, cómo se nota que te urge lo mío - bufó con desgana, ante tal maldita rutina suya.  - Sabes que no me gusta dejar mis asuntos por capricho tuyo.  Pero si me prometes esos vinos y buena comida, por esta vez me tendrás esta noche en tu casa y como a las siete u ocho es probable que me presente a tu puerta. -

Iba a colgar, pero Lena reaccionó al recordar un detalle importante.
- Bien, pero si tienes algunos pormenores del nuevo guión, espero me envíes por adelantado el archivo para ver si podemos hacer algo como cambios de ultima hora.  Ya sabes Lara, cosas del oficio.  Nos vemos en la noche querida.  -

A lo que por supuesto Lara al apenas colgar, le enviaba mensajes de texto a su hermana para que le responda con el archivo del guión estructurado y listo para entregar.
En vano los cientos de mensajes y llamadas perdidas que le dejaba a Kara y sin tener la mínima idea de cómo han sido sus últimos dos días ya alejada de la vida controlada en Midvale y con la lengua entre las piernas de Lena.
Siguió insistiendo y sin saber siquiera para ese momento en que Kara estaba decidida a ya no seguir creando y redactando nada para su placer.

Serían ya las ocho de la mañana y aún con la ansiedad, Lena había logrado dormir unas pocas horas.
Aún cansada el aroma del café recién hecho y tostadas al desayuno con Alex y Kara bien animadas y con optimismo mañanero, salió de la cama y con toallas en mano tomó un baño.
Desde ahí escuchó las risas y que por entonces, a pesar de su cruda moral, se propuso a hacer buena cara y tratar de al menos controlar sus impulsos.

Triunfos RobadosWhere stories live. Discover now