Triunfos Robados

Capítulo 14

Habían pasado ya unos cuantos días y la imagen de Kara en el ático no salía de sus pensamientos.
Podía ver en ella un semblante sensiblero, sus temores y dudas.

Desde que la vio se había convertido en su nueva obsesión, al punto de ver las fotografías de Lara y tratar de no ver en las imágenes la superficialidad de su amiga, sino más el tormento que aqueja a su hermana gemela.
Podía ver en esos ojos más allá que sólo el temor al mundo; podía ver la bondad, la capacidad de amar y el potencial para hacerlo.

Era casi medianoche, luego de una cena ligera y pasar un rato observando el cielo oscuro, casi sin destellos en los horizontes.
En contraste a esas noches en la casa de campo con su hermano y perderse contando las estrellas que alcanzaba a ver y se cansaba de mirar; en la ciudad todo es tan diferente, como para tener que ver las lámparas en las ventanas o las luces de la discoteca a unas cuantas calles.

En medio de su relajante noche, Lena tomó el último sorbo de vino como por tomar valor, buscó en su smartphone su listado de contactos.

Desde su última visita a Midvale, el número de personas añadidas había aumentado y solo unos pocos mensajes había enviado a Winn y a James, sus amigos de la infancia.
Entonces, tal vez era buena oportunidad para reconectarse con los vuejos amigos después de un buen tiempo sin comunicarse.
Para su suerte, era casi medianoche y Alex Danvers estaba en línea.

L: Hola Alex, soy Lena.
¿Me recuerdas?

Un par de emojis con la carita feliz y Alex respondió de inmediato.

A: Por supuesto que si mujer.
¿Cómo has estado?

L: Bastante bien.
Ya te imaginaras que con mucho trabajo desde que regresé a la ciudad.

A: Eso es bueno.

L: ¿Cómo estás en el pueblo?
¿mi hermano sigue llamandote por atender a mi cuñada?

A: De hecho. te iba a avisar antes.

L: ¿Qué ocurre?

A: Nada grave, nada serio.

L: Vamos, cuéntame.

A: OK, de todos modos ibas a enterarte.

L: Qué cosa.

A: Bien, no te asustes.
Sólo que Eve tuvo unos días pesados después de tu partida a la ciudad.
La presión se le subió, después de discutir con una muchacha y al parecer no terminó en nada bonito.

Lena detuvo la intención de hacer más preguntas.

L: ¿Pero ella está bien?

A: Si. Afortunadamente sólo fue el disgusto que el bebé también lo ha resentido.

L: Está bien. Cualquier cosa que pase con mi cuñada y sobrino me lo tienes que hacer saber.

A: Te lo prometo.

Lena cerró la comunicación con Alex y no conforme con lo que sabía, marcó a Lex.
Luego de dos intentos, al fin le contestaron.

- Hola hermano. - le dijo en tono serio, aún preocupada por Alex.

- Hola Lena. ¿cómo estás?

- Ya sabes Lex, con mucho trabajo y me acabo de enterar que Eve tuvo un disgusto fuerte en estos días.