3.Fracaso.

518 42 8
                                    

—Tania es completamente hermosa...—susurró Joel sin ser capaz de dejar de sonreír. Briana entornó sus ojos disimulada y negó un poco.

—¿Está bueno el espagueti, verdad?—preguntó a modo de respuesta. Joel se quedó en silencio un momento antes de echarse a reír.

—Siento de verdad si te he aburrido con toda esta charla sobre Tania...es sólo que...—negó.—Estoy siendo muy egoísta en verdad...lo lamento...—añadió de inmediato.

—No te preocupes.—respondió Briana apartando la mirada.—Se supone que para eso estamos aquí ¿no?

—Cuéntame sobre ti.—le pidió Joel. Los ojos de Briana se quedaron estáticos en él y una pequeña sonrisa que no era de felicidad ni de ningún otro sentimiento similar se instaló en sus labios.

—¿Es en serio...?—preguntó ella.—Nos hemos conocido hace mucho tiempo, Joel...—las mejillas del muchacho se sonrojaron de inmediato.

—La verdad es que siempre he sido un completo imbécil contigo...y con todo el mundo; a decir verdad...—inquirió en voz baja.—A pesar de que llevamos mucho tiempo conociéndonos creo que nunca me he tomado el tiempo para conocerte realmente...

—Esa no es novedad.—respondió Briana en medio de una negación. Joel se quedó completamente quieto observándola fijamente. Los ojos marrones intensos de la muchacha se posaron en él un momento y cuando su corazón dio un vuelco y alteró su respiración apartó la mirada un momento porque lo menos que necesitaba en ese momento era que él se diese cuenta que le afectaba el hecho de que la estuviese mirando a los ojos.—¿Qué...que es lo que pasa...?—le preguntó finalmente cuando se dio cuenta que los ojos de Joel seguían estáticos en ella.

—Nada.—murmuró de inmediato.—Es que...bueno, la verdad es que nunca me había dado cuenta de lo largas, espesas y lindas que son tus pestañas...—soltó haciéndola estremecer. Briana se echó para atrás en su asiento como si le hubiese caído encima un balde de agua helada y negó un poco.—Lo siento, no quería...incomodarte...

—Oh, no me incomodas.—susurró.—Es sólo que...bueno, digamos que no estoy demasiado acostumbrada a recibir ese tipo de comentarios...—admitió sin mirarlo realmente.

—Pues que tontos.—decidió.—Incluido yo...

Briana rio.—A veces los seres humanos solemos ser bastante idiotas y no nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestro alrededor ¿sabes?—reflexionó la muchacha.—Solemos creer que necesitamos transformarnos para poder encajar cuando todo lo que necesitamos es luchar para ser aceptados como somos...—le explicó.

Las cejas de Joel se fruncieron de inmediato y soltó una pequeña risita divertida.—Creo que ya entendí que es lo que quieres decir...

La muchacha le ofreció una pequeña sonrisa y negó.—¿Te sientes identificado?

—Un poco...—admitió.

—¿No te has puesto a pensar que tal vez no eres tú el del problema, Joel?—cuestionó sin dejar de mirarlo.—Digo, pretendes cambiar para que Tania se enamore de ti...es como si pretendieras dejar tu esencia de lado para que ella te acepte y tal vez la del verdadero problema es ella ¿no lo crees?—agregó mientras los ojos de Joel Pimentel seguían estáticos en ella. Se sentía un poco nerviosa, tenía que admitirlo. Pero sentir nervios por la mirada de Joel para Briana no era nada nuevo. Había pasado varios años ya desde la primera vez que lo había visto cuando Chris lo había llevado a la casa por primera vez...desde entonces los nervios la habían acompañado cada vez que sabía que él estaba cerca. La sensación le era familiar aunque a veces todavía le costara un poco trabajo controlarla.

CINCUENTA Y DOS SEMANAS||JOEL PIMENTEL (COMPLETA).Where stories live. Discover now