CINCUENTA Y DOS SEMANAS||JOEL PIMENTEL (COMPLETA).

8. Adicción.

—Tal vez podamos conocernos mejor...¿no crees?—cuestionó Joel sin despegar sus ojos de las olas del mar que chocaban contra la parta baja del yate.

Briana dejó escapar un largo suspiro. —¿Qué quieres saber sobre mí?—preguntó ella. Él la miró un momento, tomó su mano para llevarla hasta sus labios y dejar un pequeño beso en ella.

—Definitivamente todo.—respondió.—Te conozco desde hace tiempo pero la verdad es que siento que no te conozco lo suficiente...

—Porque siempre fui únicamente la prima de Christopher...—adivinó la pelinegra en medio de una risita divertida. Joel rio en voz baja mientras sus mejillas de teñían de rojo.

Pero no iba a mentirle, Briana lo sabía y no tenía ningún sentido hacerlo.—Pues técnicamente....sí.

Ella rio de nueva cuenta.—Bueno...veamos, mi nombre completo es Briana Lee Muñoz...nací en Estados Unidos y toda mi vida fui feliz con mis padres y mi hermana hasta que ellos murieron en un accidente de auto.—susurró. Joel colocó su mano encima de la suya como si quisiese darle todo su apoyo.—Así fue como terminé viviendo en casa de Chris...

—Pues eres la hermana que Chris necesitaba...—comentó él ofreciéndole una pequeña sonrisa que hizo que de inmediato el corazón de la muchacha se acelerara.

—Y desde entonces mi vida dio un giro completamente enorme...—inquirió.—Hemos vivido junto desde entonces y aunque siempre he resentido la falta de mis padres, en compañía de Chris y su familia las cosas han sido más llevaderas...—murmuró.

Los ojos del muchacho la observaron un momento y su boca le obsequió una de las sonrisas más lindas que había visto a lo largo de su vida, de esas sonrisas que hacían que tu piel se erizara y que las ganas de llorar fueran muy reales.

—Sé que no es demasiado consuelo lo que voy a decirte pero las cosas siempre pasan por algo...—comenzó.—Tus padres se marcharon y en verdad es muy trágico y lo siento mucho pero tú estás viva, estás aquí y mientras tú estés viva y los siga recordando con ese amor con el que los recuerdas, entonces ellos jamás se habrán ido de aquí, siempre van a permanecer a tu lado y estoy completamente seguro que desde donde están te cuidan y te protegen mucho...

—¿Qué hay de ti?—cuestionó ella para tratar de cambiar de tema de la misma manera en la que hacía cada vez que el tema de sus padres llegaba a la conversación.

—Pues...mi infancia siempre fue buena, estuve siempre rodeado de toda mi familia y era un chico promedio que iba a la escuela y tenía buenas notas...—hizo una pausa.—siempre me gustó practicar deportes y eso fue lo que hice, era tan aficionado al fútbol que una vez por no prestar atención a lo que estaba haciendo me eché a correr y choqué de lleno con el poste de la portería...—Briana rio.—Me tiré un diente y después fui blanco de todas las burlas por parte de mis compañeros de equipo...—explicó.—aunque claro; era fútbol y no me importaba en lo absoluto...

—Debiste haber sido muy lindo de chico...—él la miró un momento.

—También de grande.—alardeó.

Briana rio en voz baja y negó completamente divertida.—Eso tenlo por seguro, Joel Pimentel...

Una sonrisa se instaló en sus labios y entrelazó su mano con la de la pelinegra.—Toda mi vida fue pacífica aunque tengo que admitir que tenía esos pequeños lapsos de adrenalina cuando una nueva crisis de asma me atacaba...pero fuera de eso todo era muy normal...—suspiró.—Así es como crecí y después entre en la vida de Christopher...fuimos mejores amigos por años hasta que tú llegaste...estúpidamente para mí siempre fuiste la pequeña hermana de Christopher que necesitaba apoyo y amor y eso no significa que sintiera lastima por ti...—le explicó.—Era más bien que sentía una atracción diferente a la amorosa...sentía que de alguna manera necesitabas protección pero lo cierto es que nunca te vi de una manera romántica porque para ser justos yo era un completo imbécil que pensaba que estaba enamorado de Tania...la tenía tan grabada en mi cerebro que él también creía lo mismo...