capitulo 4

444 24 3
                                    

-Su cercanía me ponía demasiado nerviosa más aun así no se lo demostraría, se acercaba mas y mas, pero cambio el rumbo, ahora se dirigía a mi cuello, ahora sentía que la húmeda respiración acariciaba mi cuello, subió hasta mi oído con esa agobiante lentitud. Me deje llevar por el momento y cerré los ojos.
-Te quedas sin auto... me susurro sensualmente
Abrí rápidamente los ojos, para guardar las llaves que aun traía en mis manos, pero actúo mas rapido que yo y me las quito de las manos.
-¡Eres un imbécil!- le grite molesta
- Hey, hey pórtate bien y tal vez te  lleve ...levantó sus cejas y sonrió victorioso

Me la vas a pagar alfred...le dije mas que molesta mientras continuaba subiendo las escaleras

Hay sí que miedo...dijo
Sarcasticamente para luego atacarse de la risa
Entre en mi habitación, -¡No lo soporto! Grité en mi interior- después de un rato me tranquilice y decidi llamar a aiti
¡ Es que Aiti! ¡No entiendo porque lo escogieron a él! Le dije desesperada.-Es simple amaia...-me dijo obvia
Mas yo no lograba comprender, si contrataban a alguien serio y tranquilo, ¡no aguantaría nada de lo que hicieras o dijeras! -me explico- pero a lo que tu me cuentas, el carácter de él es muy parecido al tuyo-podría ser que tuviera razón, pero aun así no me daría por vencida
*** ****
Nuevamente me levante por los insistentes golpes de alfred en la puerta -¿Esto va tener que ser todos los días? -me cuestiono retóricamente  Simplemente lo ignore, me puse de pie y como todos los dias hice mi rutina, lavar mis dientes, elegí lo más bonito que vi
*** ****
Deje mi cabello suelto, permitiendo que se formaran húmedas ondas en el. Tome mi bolso y baje las escaleras. Dame mis llaves...-
Le dije cuando lo vi sentado en un lado de la barra de la cocina
-¡ja! ¡ja! -rio sarcásticamente -¿por qué tengo que hacer lo que tú dices, si tu no me obedeces?-
-Solo damélas si... le conteste
-Nop... me dijo sonriente
-Entonces no voy...-levante de una mis delgadas cejas  y camine de regreso a las escaleras
-Claro que si iras...-escuche sus pasos detrás de mi -Yo te llevo...-
No gracias...le dije sin voltear a verlo ¡Eres una niña chiflada!-me dijo molesto, al escucharlo me di media vuelta para verlo de frente y reí...-Una chiflada que no se irá sin su auto...-me senté en un escalón 
Soltó una carcajada -¿De verdad crees eso?- me dijo risueño. Mientras que yo solo me limitaba a tratar de averiguar lo que planeaba.
Se acerco rápidamente a mi y en cuestión de minutos me llevaba en su hombro derecho.
-¿Que te pasa? Le grité histérica ¡bájame ahora! Le ordene mientras pataleaba y golpeaba con mis manos su espalda. Aún que no podía verlo a la cara, sabía que se estaba riendo
-Sí sigues golpeándome ambos caeremos...- me dijo tratando de controlar su risa
¡No! ¡Tú vas a caer cuando me sueltes!
-lo amenace
Entonces no te soltaré.. me dijo
Cuando llegamos a su auto - No te lo vuelvo a decir suéltame...-le dije digamos que 'molesta' queda corto
-Ya te dije que no... soltó una carcajada y luego si me haces algo... -dijo fingiendo temor
-Está bien...al fin y al cabo te cansaras...- deje de moverme, pero este volvió a caminar, trataba de ver que estaba haciendo pero no lo lograba, escuchaba que abría la puerta del auto y comencé a patalear de nuevo
-¡Te dije que no voy a ningún lado contigo! Seguía golpeándolo por la espalda
-Y yo ya te dije que iras al colegio, y no tendrás tu auto...-no tengo ni la menor idea de cómo logro pero me metió en el auto, en el asiento del copíloto.
Se metió para abrocharme el cinturón y no pudiera escapar tan fácil, pero antes de que se quitara, mordí fuertemente su brazo.
-¡Ahh!- grito mientras se tocaba la zona mordida, me miro molesto antes de cerrar la puerta, le puso el seguro de niños para que así no pudiera abrir. Puse mi mano en el cinturón de seguridad mientras se alejaba para rodear el auto lo desabroche para poder cruzarme al lado del piloto y poder bajar, Apenas abrí la puerta ya estaba ahí. Resignada regrese al lugar del copiloto...

El NIÑERO  (Historia adaptada) AlmaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora