Viviendo con Mi Mejor Amigo

Capítulo 26: Volver a la vida

Quiero dedicar este capítulo a una personita que siempre me apoya, desde mi primer libro hasta este. Gracias por leerme y siempre estar pendiente de cada capítulo que subo, con muchísimo cariño le dedicó este capítulo a mi bella fernandamolocho💛 disfruta del capítulo preciosa.

*Alice*
Mucha luz. Hay demasiada luz a mi alrededor, a lo lejos noto la pequeña figura de una niña quien se acerca a mi corriendo, me inclino para mirarla y es tan hermosa con esos ojos tan azules.

La pequeña niña me toma por el rostro y planta un pequeño beso en mi nariz, aquello me parece tan tierno así que beso su frente, al instante la pequeña de cabello negro como la noche me toma de la mano y camina conmigo. Siento arena fría en mis pies así que miro hacia abajo y exactamente, caminamos por la playa.

-Ven, debo mostrarte algo confía en mí-La pequeña niña habla y corre mientras sujeta mi mano tan fuerte que casi me arrastra tras de sí.-Ven, es por acá.

Entramos en el agua y nuestros vestidos blancos se vuelven tan transparentes como el agua, comenzamos a entrar más a fondo en el mar y me asusta, temo ahogarnos así que tiro un poco de la pequeña.

-Tan profundo no, podemos ahogarnos pequeña-ella sonríe y sólo niega con la cabeza.

-No nos pasará nada, confía en mí Alice.-Un escalofrío recorre mi cuerpo, como podía saber aquella niña mi nombre, nunca la había visto.

Alejo todo pensamiento de mi y confió como ella me lo ha dicho, caminamos más y más adentro en el mar hasta que ya estamos hasta el cuello. Me mira e inclina su rostro para sumergirse, noto que tira de mi mano así que me sumerge junto a ella.

-Vamos mamá, debes nadar hacia allí.-Señala una luz muy brillante-Te veré pronto, no temas, papá te espera del otro lado.

Atónita me acerco a ella, la toco por última vez y entiendo todo, es mi hija, tendré una pequeña niña.

-Espero verte pronto mi niña, cuidaré de ti como lo has hecho tu conmigo.-La estrechó entre mis brazos y comienzo a nadar, el agua cada vez se torna más y más fría.

Todo está oscuro de nuevo, pero a lo lejos logró oír su dulce voz. Matthew me llama así que abro mis ojos poco a poco y allí está, mirándome con los ojos llenos de brillo y lágrimas apunto salir. Estiró mi mano y toco su rostro, me siento débil pero él sujeta mi mano junto a su mejilla y sus lágrimas brotan de sus ojos sin parar.

-Te amo Alice.