Viviendo con Mi Mejor Amigo

Capítulo 27: Es una niña

*Matthew*
Entro en la habitación donde se encuentra Alice y me acerco poco a poco a su cama, no me gusta verla conectada a tantas cosas, no me gusta verla tan blanca y con sus hermosos ojos cerrados. Pensar en que hace unas horas la pude haber perdido y darme cuenta cuán afortunado soy de tenerla entre mis brazos me hace llorar, mis ojos se llenan de lágrimas, pero justo antes de que broten siento como una cálida mano se posa en mi mejilla.

Atónito miro a Alice y observó como poco a poco se abren sus hermosos ojos, no aguanto más y mis lágrima comienzan a recorrer su camino a lo largo de mis mejillas.

-Te amo- suelto de repente y Alice se vuelve a dormir. Justo en ese momento entra el doctor.

-Buenas, como va todo por acá?- se acerca a mi y nota mi preocupación.-¿Que ocurrió? ¿Ha despertado?

-Si, justo antes de que entrara abrió sus ojos y me acaricio la mejilla pero volvió a dormirse, ¿Es eso normal doctor?.

-Si, está agotada, pero es muy buena señal que despertara. Denle un poco de tiempo y estará despierta con ustedes.-me toca el hombro para que me calme y yo tomo aire.

.....

Luego de un par de horas me quedo sólo en la habitación con Alice, todo está a oscuras y lo único que se escucha son las máquinas infernales que rodean todo el hermoso cuerpo de Alice. Mis ojos comienzan a pesar y me quedo dormido.

-¿Matthew? ¿Amor?-escucho a lo lejos una voz débil-Cariño me duele mi no el hombro.

Me levanto rápido y miro a Alice intentando sentarse, niego con la cabeza y la beso-Eres tan testaruda, no puedes moverte mucho preciosa.

Como puede se acerca a mí y planta un beso en mis labios, los extrañaba y es que como no extrañarlos si con tan sólo un beso te hace volar, te hace sentir como jazmín en la alfombra mágica de aladin. Sí, suena un poco cursi para pensar así, pero es cierto. Todo de Alice es tan puro, inocente y dulce que me hace pensarla de una forma tan genuina y dulce que aveces me pongo un como nena.

La tomo por lo brazos y la miro a los ojos, es tan hermosa, pero antes de decir cualquier palabra ella se adelanta a mí.

-Es una niña Matthew, nuestro bebé es una niña.- quedo estupefacto, como lo sabe, quien se lo dijo. No pudo haber oído lo que dijo el doctor hace poco.