Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 12 💚

Debo confesar que escuchar quitarle la capitanía a Jungkook me creo cierta lástima. Es decir, que te digan adelante de todos que ya no vas a hacer algo de lo que has estado confiado, así de repente, sin anestesia... Vaya, realmente debe doler. No trato de decir que ahora por eso voy a cambiar mi forma de ser con él, estoy tratando de determinar cómo me sentiría si ese fuera mi lugar, pues siempre pienso en mí y en nada más que en mí. Por lo que aseguro que para nadie esto es gratificante. Y claro, menos para un ególatra como él.

En conclusión: una parte de mí se sentío mal por él y, la mayor parte, bien porque se lo merecía después de todo. Bien dicen que la lástima es el peor sentimiento que una persona puede sentir sobre otra, así que no me voy a sentir tan mal por sentir esta clase de cosas gracias a Jungkook.

Tampoco estoy muy feliz con Jaekyung de capitán que digamos. El chico juega bien, eso no hay que negarlo. Sin embargo, una cosa es saber jugar y otra tener la capacidad de ser líder a la par de ser bueno en el juego. El libro que papá me dio lo dice. En sí siento que nadie está apto para el puesto.

Ni siquiera yo.

Me siento muy lista, pero sé que no lo puedo saber todo.

¡Por todos los cielos! Creo que ese libro me está haciendo cambiar de perspectiva.

—Sabes lo que haces, John Maxwell —murmuro ensimismada y mientras avanza la fila del almuerzo.

—¿Qué dijiste?

Despierto de mis pensamientos, entonces recuerdo que Tae está atrás mío.

Volteo a verlo y niego con una minúscula sonrisa.

—Estaba pensando en voz alta.

Al final hice lo que quise: burlarme de Jungkook. Porque ante todo, tenía ganas de hacerlo. ¿Para qué hacerme la bondadosa?

Aunque terminé dándole una especie de consejo muy a mi manera.

Dejo la charola ya con mi almuerzo servido sobre la mesa. Taehyung hace lo mismo y se sienta en la silla que está al frente. Ha sido así desde que empezamos a ser cercanos. Minah prefirió quedarse con su patético amado.

—Oye, Taehyung, ¿cómo vas con las comidas? ¿Has estado haciendo lo que te dije?

Asienta con afán.

—De hecho, visité al nutriólogo. Así todo es más fácil.

—Genial.

Dos chicos sin previo aviso se sientan a mis costados derrochando una energía amistosa y con sus bandejas de comida. Me llama la atención que uno de ellos sea Jimin. Mi ceño fruncido les demuestra lo raro que me parece esto. Y lo digo por Jimin, el otro chico me da igual.

—¡¿Cómo estás, Songyi?! —inquiere Jimin con entusiasmo.

—Sentada —digo con obviedad.