Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 37 💚

Se aparta de mí de inmediato, como un rayo, con los párpados tan abiertos como los míos y, probablemente, una enorme agitación en su pecho... Como yo. Al instante yo también me incorporo, trato de no mostrar ni un ápice de sorpresa aunque por dentro sea un volcán de vergüenza y todos sus sinónimos y variantes.

Esto es demasiado inapropiado. Siento arder de tanto sonrojo. Es difícil controlarlo ahora.

La madre de Jungkook entra con una charola, sobre ella dos vasos de jugo y algunas galletas. Está tan pendiente de no tropezar con algo, que no sé si vio lo suficiente. No obstante, su sonrisa me lleva más a la duda.

—Jóvenes, jóvenes, jóvenes... —Deja el objeto sobre el escritorio. Estoy segura de que vio lo suficiente. ¿Cómo puede estar tan tranquila? Ni siquiera Shelmy lo estuviera. ¿Y Yoongi? Ni hablar. Desde ya le quisiera arrancar el cuello a Jungkook—. Tienen demasiada energía. Aquí tienen, por si Jungkook no se atrevía a ir a la cocina para atender a su propia novia.

Me remuevo sobre el colchón, paso saliva por mi garganta, apenada, para variar. Por otro lado, eso en definitiva apena más a Jeon... O lo ofende, que es más conciso.

—Estaba a punto de hacerlo —suelta mantiendo su dignidad.

—¿Sí? ¿Cuando la tierra se partiera?

Una dosis de sarcásmo de parte de su progenitora me ayuda a liberarme de la tensión —aunque no del todo, eh—, por lo que me permito sonreír y reparar en el chico para ver que tiene que decir. No tiene que decir, más que mirarme con neutralidad.

—No se hubiera molestado, en serio. Gracias. Estoy consciente de que Jungkook suele ser despistado.

—¿Verdad que sí? —Me sonríe tan gustosa que poco a poco acaba con mi incomodidad.

—¿Para qué negarlo?

—Estoy aquí. —Jungkook se aclara la garganta.

—Te lo dejo en tus manos. A ver si le ayudas un poco en controlar su carácter.

—Será un placer.

Y luego de eso termina por irse, llevándose solamente la charola vacía y no sin antes darme otra de sus amables sonrisas.

—¿Verdad que sí, cariño? —Cambio mi tonalidad a como lo hace mamá cuando le habla a Joonhyuk. Ya para cuando regreso a verlo está mordiendo una galleta con chispas de chocolate y el ceño fruncido.

¿Por el «cariño»? Lo dudo. Eso no iba con toda la sinceridad del mundo si es que ya te lo estabas pensando. Más bien me mira así porque preferí irme del lado de su madre a que el suyo.

Antes de que se le ocurra acorralarme otra vez en su cama voy a sentarme contra su escritorio. Tomo un poco del jugo y agarro una galleta para luego empezar a buscar los temas que vamos a estudiar. De momento él regresa a su estúpido juego. De momento. Voy a recalcar que estudiar aquí, en su habitación o ya sea en otro lugar que no sea mi casa, es un poco extraño. Es decir, siempre acostumbro a estudiar sola porque me parece lo más cómodo del mundo.