Lacrosse » Jeon Jungkook; BTS [#2] [Completa] ✔️

Capítulo 21 💚

Abro las puertas de cada salón y les doy un barrido rápido con los ojos, teniendo en cuenta que muy bien podría estar en una película de algún policía haciendo un allanamiento. Miro de un lado a otro, por lo pasillos, preguntándome ahora en dónde rayos se metió. Suele ser como una pandemia recargada de sarcasmo casi todo el tiempo y justo en estos momentos no puedo encontrarla.

En primera instancia pienso que la cancha podría ser un buen lugar en donde Min Songyi podría estar. Voy, reviso el área y no la veo. Lo segundo que pienso es el salón de música; hace poco me enteré que pertence a ese club. Me imaginé entrando y viéndola tocando el piano pero no, no está. Voy a la biblioteca. Algunos nerds me mandan a callar después de darse cuenta del ruido que estoy provocando. Me voy porque, como era de esperarse, tampoco está.

Es entonces que me doy cuenta que estoy en el pasillo donde está el club de ejedrez. No le hubiese prestado atención en lo más mínimo si no fuera porque desde donde estoy puedo ver una boina rosa que sé perfectamente quién puede usarla. Me encamino hasta el umbral y sí, ahí está esa jodida niña, junto a las ventanas que dan a la calle principal y frente a un friki de lentes, en medio de un partido de ajedrez. Un par de chicos igual de frikis que el otro están alrededor, apoyando a su amigo que, me imagino, está perdiendo por lo sudado y preocupado que está. Songyi, como ya dije antes, lleva una boina rosa y su uniforme perfectamente pulcro y abotonado. Acostumbra a llevar medias oscuras que le llegan arriba de la rodillas y mocasines muy brillantes. Es como si anduviera por ahí promocionando a Channel. Además de eso, la mayor parte del tiempo combina el uniforme con boinas. La mayoría de las chicas en la escuela llevan su uniforme perfectamente arreglado —a excepción de las boinas, creo que esa es solo la marca personal de Songyi—. Sin embargo, con ella es otro lío... Es como si su manera de llevar el uniforme ayudara a complementar su porte refinado. En pocas palabras: siento que tiene algo que las otras chicas no tienen. Y lo estoy diciendo de la forma más neutral, no con otras intenciones por si ya lo estás malinterpretando.

Las únicas veces que la he visto lo más desarreglada posible han sido pocas: aquella vez que se metió a mi auto para chantajearme a Jimin y a mí; la última vez que fui a su casa, cuando simplemente optó por usar algo cómodo como ese abrigo largo; y, como es lo obvio, cuando usa ropa deportiva para los entrenamientos. Las otras veces usa mallas, mocasines, faldas de cuadros y blusas donde suele llevar un listón atado al cuello con abrigos de lana... Algo así como al estilo de Blair Waldorf. Y hay otras veces —pocas, la verdad— que la he visto combinar jeans con blusas o abrigos bastantes cools, para ser sincero. Ella es una mezcla de todo, ya está.

Bien, supongo que he sido muy observativo en ese aspecto.

—Tengo que decirte algo —suelto, sin tomar en cuenta si ha reparado en mi presencia o no.

Los chicos se toman un momento para reparar a mí, todos menos ella, aun así sé que sabe que le estoy hablando. Parecen un tanto sorprendidos de verme, aunque tampoco le presto mucha atención.