𝘿𝙧. 𝙎𝙩𝙤𝙣𝙚 | 𝙊𝙉𝙀 -𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎

4. 𝐒𝐞𝐧𝐤𝐮 𝐱 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚

Pedido realizado por MissSugars

¡Espero que te guste!

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Para la fabricación del antibiótico necesitaban de varios materiales. No eran fáciles de conseguir; pero tampoco imposibles. Gracias a Chrome habían dado con un elemento fundamental; no solo para el antibiótico, si no para el gran avance en la humanidad.

Senku, Chrome y Kohaku y la recién incorporada Suika buscaban hierro en el río, habían encontrando varias piezas por lo que estaban muy satisfechos. No tenían ni la más mínima idea de que alguien a la distancia acechaba. No era ningún peligro; bueno depende de como lo pensaras.

Examinaba y contemplaba con gran prolijo los cuerpos pálidos, empapados y bien formados; sobretodo el buen formado cuerpo de Senku, los músculos de sus fuertes brazos se tensaban, dando una imagen muy sensual. Sus abdominales estaban conformados por perfectos cuadrados que se contraían y endurecían con cada respiración. Continuó analizando en sentido descendente fijando la mirada en los glúteos, no lo podía creer.

Ya no lo soportaba.

Marchó de entre las sombras de los árboles lanzándose sobre el científico. Ambos cuerpos cayeron al agua. La extraña chica agarró la tela que actuaba como calzón y empezó a tirar de él; Senku pateaba y evitaba que le quitaran la única prenda que evitaba que sus partes íntimas fueran mostradas al mundo.

—¡______! —Kohaku tiró de ella con fuerza logrando así apartarla del atemorizado chico que acababa de ser acosado sexualmente.

—¿¡Pero qué te pasa!? —no respondió solo se dedicó a examinar el cuerpo del contrario de arriba a abajo, incomodándolo. —¡Oye!

—No me pasa nada.

—Senku, ella es ______. Y bueno tiene unas obsesiones un poco raras, no te enfades con ella es buena persona.

— ¿Qué obsesiones? —preguntó curioso, manteniendo las distancias con la chica.

—Le gusta mucho ver a los chicos juntos, grita cuando se tocan o se sonroja.— Senku no podía dar crédito a lo que estaba escuchando. Aun en ese mundo poco desarrollado, un mundo totalmente nuevo, todavía existían. La señaló para referirse a ella.

—Hace 3700 años había muchas chicas como tú. Se llamaban Fujoshis. —los ojos de la chica se iluminaron; no podía creer un mundo donde a más gente le gustaba lo mismo que a ella.

— ¿Cómo puedo ir a ese mundo? —le agarró por los hombros y empezó a tambalear su cuerpo. 

Mil imágenes fueron a su mente; ella con otras chicas hablando de cómo dos chicos hacían buena pareja, compartiendo cotilleos... Una vida perfecta.

—También le gustan muchos los cuerpos masculinos.

—Eso es obvio, yo quería comprobar si su cuerpo —con sus manos perfiló el cuerpo de Senku —, era totalmente perfecto.

—______ ya has tenido muchos conflictos en la aldea por esa manía tuya, deberías parar — reprochó la guerrera ya harta del comportamiento que mostraba la chica; varios chicos se habían quejado de como esta les miraba o vitoreaba.

—Pues ahora sabiendo lo que ha dicho este chico bien formado ...

—Senku —interrumpió el mismo.

—Pues eso, Senku. Ahora que me ha dicho eso, no tengo porqué parar — dicho aquello sacó la lengua a la rubia y corrió al bosque.

—Que interesante.