8. 𝐒𝐞𝐧𝐤𝐮 𝐱 𝐓𝐚𝐢𝐣𝐮

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Pedido realizado por Lisset-Andrews

¡Espero que te guste! ^^

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«¿Qué me está pasando? ¿Qué es esto que siento?»

Esos pensamientos eran los que ocupaban mi cabeza cuando trajimos de vuelta a Yuzuriha. No estaba sorprendido de que Taiju prestará toda su atención a la chica; estaba perdidamente enamorado de ella desde hacía mucho tiempo.

Pero, pasaban día y noche juntos, no se separaban. Antes de su llegada era yo quien lo acompañaba todo el día, pero después era como una piedra en su camino. Intercambiábamos un par de frases diarias, eso era todo.

La situación me resultaba molesta e incómoda. La atmósfera que se creaba a su alrededor era irrompible; tenía la sensación de que si intentaba romperla nuestra relación terminaría.

Por eso, lo único que hacía era evitar juntarme con ellos cuando estaban juntos. Lo que se traducía en todo el día.

Supongo que la visión que daba al exterior, suponiendo que se acordaban de mí, era de molestia o enfado. Pero poco me importaba, había estado solo un tiempo en el mundo de piedra por lo que no me importaba tanto. Si me abandonaban ya estaba preparado.

Miré de reojo a la pareja que no paraba de reír a carcajadas. Mi pecho se sintió oprimido. No me podía creer que me tuviera que acostumbrar a eso. Íbamos a convivir los tres juntos por un tiempo no establecido y yo no creía soportarlo.

Al principio, creía que era algo normal porque él era mi amigo, había sido mi única compañía durante un buen tiempo y que me lo arrebatasen me sentaba mal. Pero, con el paso del tiempo me di cuenta de que no era así. Eran celos, definitivamente eran celos. Quería que se fijara en mí, que me mirase, quería que se sorprendiera con mis hallazgos como hacía antes de la petrificación.

Como iba a pensar que me gustaba el que había sido mi mejor amigo por largos años. Era algo impensable para mí.

Mi corazón dolía siempre que veía como mostraba su entusiasmo y su amplia sonrisa a Yuzuriha. No valoras algo hasta que lo pierdes. Eso que yo recibía diariamente y que había pasado por alto, lo añoraba. Sabía que no era culpa de Yuzuriha, ella no tenía la culpa de nada. Pero cada interacción suya con Taiju me llegaba como una bala directa al corazón.

Con gran lentitud y poca gana empecé trabajar en algunos de los proyectos. No podía imaginar lo grande que eran mis sentimientos que ni siquiera la ciencia podía desvanecerlos.

No sé cuánto tiempo estuve en ese estado, pero cada día que pasaba era una tortura y sentía que en cualquier momento podría desfallecer por el dolor y la angustia.

—Senku, ¿estás bien? —la castaña me miró con ojos preocupados, yo no quería hablar con nadie en ese momento.

—Sí... — antes de irme alcancé a ver cómo le decía algo a Taiju. Hacían buena pareja, siempre lo pensé, aunque en ese instante me molestaba.

Me alejé del campamento, quería alejarme de ellos y estar solo. Me senté cerca de la orilla de un arroyo. La tranquilidad y soledad que necesitaba no me fue concedida. Una sombra conocida cubrió la luz. No dije nada, sabía que había ido a hablar conmigo porque se había percatado de que algo me sucedía. Seguramente también Yuzuriha le hubiera dicho algo.

El moreno se sentó junto a mí. Mi corazón en ese momento latía desenfrenadamente, nunca en mi vida había ido tan rápido. Y, no era de extrañar, estaba muy nervioso, nunca había estado nervioso junto a él.

Antes de que él empezase a hablar me aseguré de coger una gran bocanada de aire; preparándome para lo que se acercaba.

—¡Senku! —hacia tanto que no escuchaba salir mi nombre de sus labios que una extraña sensación de satisfacción se adueñó de mí —. Te hemos notado muy extraño, ¿estás bien?

—Estoy bien... —con desgana respondí. Pero una fuerza desconocida me empujó a avanzar, a quitarme el peso que llevaba sobre mi espalda. —Taiju, ¿qué pensarías si te declarase alguien en este mismo momento?

Taiju mostró desconcierto con la pregunta, y es que quién preguntaría eso en ese mundo de piedra donde las únicas personas éramos tres.

—No te comprendo.

—Da igual —aquel empuje se convirtió en temor. Sabía que era mejor decírselo, pero, el miedo a que me mirase de otra manera, de que me odiará me lo impidió.

Pasaron más días, el tiempo avanzaba. En cambio, yo no daba un paso al frente. Seguía guardando los sentimientos que me atormentaban. Me sentía arrepentido, la oportunidad perfecta la dejé pasar, y ya no sabía cuándo iba a tener otra igual. Intenté disimular, siendo imposible ocultar mi "desagrado" al contacto físico entre ellos. Simplemente no podía ignorarlos.

—¡Senku! —otra vez, mi comportamiento estaba causando algunas molestias.

—Dime —dejé todo lo hacía para mirarlo a los ojos.

—Yuzuriha está preocupada, siente que te molesta su presencia, ¿ha hecho algo mal? —sentí envidia de la preocupación que mostraba por ella. 

—No es eso, no me pasa nada con Yuzuriha —aclaré. Sus ojos castaños me miraron buscando la respuesta a su pregunta. No iba a creer que nada me pasaba —, grandullón... Tengo un problema, es cierto.

—¿Cuál? Puedes decírmelo, somos amigos —la última palabra me fastidió. Una limitación, eso es lo que era. Conseguí recuperar la fuerza y el coraje de la última vez, lanzándome.

—Ese es mi problema, ser tu amigo —el brillo en su mirada se perdió, pero no más pronuncié las siguientes palabras se abrieron de la sorpresa —. La verdad, es que me gustas. No es que me moleste Yuzuriha, son mis celos los que molestan.

Solté una pequeña risa, provocada por mis nervios y miedo.

—Sabes que no es mentira —aclaré. Él sabía que era muy fácil ver cuando mentía, además, era un tema que nunca había tocado en mí vida.  

Tardó un buen rato en reaccionar, seguramente estaba asimilando que su mejor amigo, al que nunca le había interesado algo como el amor, se le estaba declarando. Yo hubiera reaccionado de la misma manera.

—Sen... Senku, esto no me lo esperaba —se despeinó, mostraba frustración en su rostro al buscar las palabras adecuadas para decirme, aunque no hacía falta. Ya sabía su repuesta. Apreté mi puño, en cierta manera impaciente de escuchar sus desgarradoras palabras —, sabes que estoy enamorado de Yuzuriha. No puedo corresponderte, lo siento. Espero que podamos seguir siendo amigos, ¡tú eres mi mejor amigo y no quiero perderte!

Se levantó con su característica fuerza y energía ilimitada. Con sus ojos deslumbrando miró en mi dirección levantando el puño. Dolía, era un dolor que nunca había conocido, el rechazo. Con lentitud acerqué mi puño al suyo golpeándolo. 

Ese choque de puños significaba que aceptaba la etiqueta de mejor amigo. Una sentencia para mí. Porque quisiera o no, ya no le vería solo como mi mejor amigo.

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¡Wow! Actualicé seguido (añade aplausos)

Último fic del año, aunque hoy habrá un comunicado, se subirá después de este One-Shot. 

Me ha gustado mucho escribir este One-Shot y espero que os guste a vosotros también.

Nos vemos dentro de nada ^^

𝘿𝙧. 𝙎𝙩𝙤𝙣𝙚 | 𝙊𝙉𝙀 -𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz