𝟐𝟐. 𝐆𝐢𝐧𝐫𝐨 𝐱 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚

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 Pedido realizado por KuriChanMelissa

Espero que lo disfrutes ^^

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— ¡Ginro, yo te protegeré! —la pequeña se puso frente al rubio, protegiéndolo de aquel peligroso ser. Así había sido siempre, la pequeña defendía a su amigo, Ginro.

— ¡Qué viene! — agarró con fuerza a la niña y se escondió tras su espalda.

— ¡Ginro no huyas! Te toca entrenar. — dijo su hermano molesto, el que también era el peligroso ser. El rubio se intentaba librar del entrenamiento. Prefería estar sin hacer nada, o acercarse a las chicas de la aldea.

_______ había sido su protectora desde que tenía uso de razón. A diferencia de él no le tenía miedo a nada ni a nadie. O eso pensaba él, no conocía el mayor temor de la niña, uno que la atormentaba y que vagaba en su mente.

Perder a Ginro.

Le gustaba mucho el chico cobarde de la aldea. Sin embargo, Ginro miraba a todas las chicas, a todas menos a ella. También ella existía, quería estar en sus ojos al igual que las demás.

Su madre le decía que no se preocupara, que era joven y que todavía había mucho tiempo. Aseguraba que era solamente un amor fugaz de la infancia. Pero, ______ era demasiado cabezota, quería estar con el rubio y ser su novia.

— ¡______! —justo en quien pensaba irrumpió en su cabaña — ¡Hay un monstruo fuera!

Se levantó abruptamente para revisar.

Era de noche. Una noche oscura y fría. Ginro corrió hasta su casa, arrastrándola. La pequeña suspiró cuando vio al monstruo. Un lagarto, un inofensivo lagarto.

Se asustaba por cualquier pequeña tontería. Una vez la llamó alarmado porque una mosca se había posado en su cabeza. _____ dudaba de que Ginro pudiese sobrevivir solo en algún momento de su vida.

Con delicadeza agarró al reptil ante la atenta mirada del chico.

— ¿Me acompañas? —preguntó con retintín. Sabiendo que no era muy fan de acercarse al bosque, y menos de noche. El rubio asintió tiritando.

Con toda la tranquilidad del mundo y con un pequeño cachorro miedoso siguiéndola, cruzó el puente.

— ¿Dónde vais, chicos? —uno de los guardianes del puente miró extrañado a los dos pequeños. No era habitual que a esa hora alguien quisiera cruzar.

—Voy a dejar una pequeña lagartija. Ginro no podrá dormir si no lo hago.

El hombre suspiró y se hizo a un lado dejándolos pasar. Conocía a la perfección la personalidad y la relación de los dos.

—Nos van a comer. —lloriqueó.

_____ dejó al pequeño animal bajo el árbol.

—Calla. Algún día tendrás que dejar ese miedo. Al menos que... —su cara se volvió totalmente roja. Jugueteó con sus manos nerviosa—, quieras estar conmigo siempre. Tú me gustas entonces...

Se detuvo al ver la cara de confusión del rubio.

—Pero, tú a mí no me gustas. Además, ¡eres fea!

______ se quedó estática. Le acababan de romper el corazón de la peor manera posible. Sus ojos se enrojecieron amenazando con dejar salir todas las lágrimas. Su labio temblaba y rascaba sus manos desesperadamente.

𝘿𝙧. 𝙎𝙩𝙤𝙣𝙚 | 𝙊𝙉𝙀 -𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎Where stories live. Discover now