Fangs & Claws ♡ °[𝑃𝐽𝑀]°

• [ T W E N T Y - F I V E] •

Nota : Intento de escena +18.
No me critiquen por favor no soy tan experta.

Capítulo levemente largo.

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Las risas del lugar era levemente contagiosas, para todos inclusive Sehun que sonreía de lado al ver a unos cuantos cachorros jugar amistosamente con algunos niños Vampiros o Elfos. Era una convivencia hermosa y digna de apreciar, cosa que nunca había pasado desde hace miles de años.

Todo era risas, felicidad, como si todo lo malo se hubiera desvanecido de un momento a otro, y eso le llenaba de gozo a la familia Park y a la familia Jeon... Excepto a la Alfa de la manada, que se mantenía con su expresión tranquila, una leve sonrisa aparecía en sus labios de vez en cuando, los que no la conocían bien, creían que era de pura felicidad... Pero tanto su hermano y Eunwoo sabían que era más que una sonrisa falsa.

–Akali está algo extraña. –Le murmuró YoonGi a Eunwoo, éste asintió después de darle una mirada a su amiga que se mantenía sentada junto a su familia, Los Park y el rey de los Elfos.

–Sí... Es extraño. –Aceptó con cierta preocupación en su tono y expresión del rostro.

–Déjenlo así, no estamos para cuestionar su estado o si actúa raro, es normal... Después de todo tenía tres días sin despertar y debe estar algo perdida. –Fue Taehyung quién habló ya que estaban juntos hablando en voz baja, simulando que tenían una conversación normal

Akali estaba demasiado sumida en sus pensamientos, en los del pasado... En los recuerdos que tanto la abrumaban, en los engaños y mentiras que le hicieron frente su cara. Y en ese momento le surgió aquella típica pregunta que se hacían las personas y que hasta ese momento la abrumó...

¿Por qué ella?

Claro que no sólo consistía en una sola pregunta. Pero esa era la más grande incógnita que tenía. También sabía que no era un Licántropo normal, su abuelo al parecer lo sabía desde que ella era una cachorro... Ella lo supo al momento en que los poderes y el carácter de Alfa aparecieron. Desde ese momento supo que sería completamente diferente a los otros Protectores o Lobos de su edad y raza, después de todo, nunca había existido un Lobo que era Protector y Alfa al mismo tiempo, era un equilibrio que nunca se rompía, siempre los Alfas guiaban, mientras que los Protectores se quedaban cuidando que ninguna ley fuera rota, a pesar de ser más fuertes que un líder.

Ella desde un principio sabía que lo suyo no era cuidar de la reserva solamente, o de la manada, o de su familia, ella siempre quiso hacer más por todos. Y ahora no sabía si arrepentirse por pensar en ello, había llegado al momento de la duda completa. Si deseaba tanto el proteger a todos y ser más que una simple Protectora o Alfa...

¿Por qué no era capas de sonreírles a todos con una sonrisa sincera y feliz? Después de todo, se estaba cumpliendo su meta de ser alguien fuera de lo común. Pero bueno... Tampoco esperaba el tener que hacer tal sacrificio por todos. Y tenía miedo, de nuevo, ese horrible sentimiento que la llegó a dejar estática y con terror de lo que pasara en un futuro lejano o próximo.

Ahora no quería hacerlo, ya no. Y lo supo desde el momento en que miró como JiMin estaba tan preocupado por ella y el como le demostró cuanto la extrañó en aquellos tres días que estuvo inconcsiente. También lo supo al ver que su hermano se estaba convirtiendo en un verdadero Lobo adulto y maduro. Lo supo, cuando miró que por primera vez que tres razas distintas se habían unido como una y que en ese presiso momento estaban celebrando el casi final del otoño. En su manada no había tales reuniones o fiestas por las estaciones, era claro que a pesar de no tener una parte animal, los Elfos estaban más apegados a la naturaleza que los Licántropo. En su manada solamente se festejaba la llegada de un nuevo Alfa o Protector, o la unión espiritual de dos almas gemelas que pocas veces se daba en ocasiones, y sólo eso. Nada más.