XIII

11.8K 1.3K 117
                                    

Ángeles


«Lista para ser la candidata ideal y futura Duquesa de Rothesay:

1. Un título nobiliario generacional de por lo menos tercera categoría.

2. Exquisitas formas a la hora de tratar con sus iguales, y con otro rango superior o inferior.

3. De carácter dócil.

4. Belleza envidiable.

5. Procedencia de Escocia, Irlanda o tierras cercanas para que se le haga honor al título como corresponde.

6. Negación rotunda a que pertenezca a descendientes franceses.

7. Reputación intachable, catalogándose como una de las mujeres más correctas de la sociedad.

8. Fortuna y dote considerable que equipare el honor que va a llevar a sus espaldas al ostentar un título de tal magnitud.

9. No ser católica (Este punto se puede pasar por alto, puesto que prevalece las costumbres del heredero al título aquí tratado).

10. que sepa hablar por lo menos tres idiomas, entre estos el gaélico»

...

Quizás su Señoría, Lord Jusepe Baltodonado, aunque no lo denotó estuviese consternado, pero a la única que se advirtió estar alucinando por las condiciones del antiguo Duque, fue a Lady Ángeles., que tosió aparatosamente llamando la atención de todos.

Uno de los abogados a cargo del Rey se encontraba leyendo las condiciones absurdas para ser Duquesa, de alguien tan bruto como el hombre que tenía a unos cuantos metros.

¿Pero es que no se habían dado cuenta que, si ella no cumplía ni la cuarta parte de lo estipulado, él no le hacía honor ni al primer párrafo escrito?

Uno de los sirvientes le ofreció de manera diligente un vaso de agua, que aceptó con infinito agradecimiento para calmar su ataque.

—Sé que no me es permitido hablar— comenzó Ángeles después de que cesara la tos, y un carraspeo se apropiara del momento en donde su persona era el centro de todo—, pero su Alteza— miró al nombrado un tanto azorada—, no creo cumplir con nada de lo estipulado— no titubeó a la hora de buscar una salida a esa encrucijada, pese a que el cuerpo le temblaba—. Ni siquiera soy de alguna tierra cercana a Inglaterra.

—Está en lo cierto en lo que respecta al punto de que no se le es permitido hablar— aceptó el soberano con un tono de voz neutral que a decir verdad tensiono a todos los de la sala—, sin embargo, la benevolencia me acompaña esta mañana, y quiero escuchar su opinión— eso la sorprendió.

En realidad, a todos, pues él no se caracterizaba por dar esas concesiones.

Aunque eso le dio los ánimos que requería para expresarse sin limitaciones, tras una respiración profunda tratando de infundirse valor.

—Mi padre es Marqués— aclaró con obviedad lo que la sala ya conocía—, ese requerimiento esta cumplido— evidentemente—. Así como es de su conocimiento que no soy de Francia, mi dote es más que generoso por no decir exagerado y la fortuna de mi progenitor es quizás la más alta de España, y hablo más idiomas que cualquier dama casadera de mi tierra, porque me apasionan las lenguas— para una señorita no era permitido hablar de dinero, pero si al Rey no le incomodó que lo mencionara, le daría rienda suelta a su pensar—, pero quizás no cumpla las más importantes— expuso llegando a los contras.

UNA OPORTUNIDAD PARA AMAR (LADY ESPERPENTO) © || Saga S.L ||  Amor real IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora