Capítulo 11

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Lauren se removió en la cama por un segundo antes de mover el brazo y atraerla a su cuerpo, ya que de alguna forma no la había jalado hacia ella la noche anterior.

Pero no encontró nada más que otra almohada fría y un espacio ausente.

Abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama para ver todo a su alrededor.

Y lo primero que notó fue el silencio...

Claro, debió sentir la ausencia, la falta de su calidez u observar su cuarto amplio con grandes ventanales tapados para evitar el sol con cortinas beige y negras.

Debió notar que ese no era el cuarto donde se había quedado dormida la noche anterior y que había compartido por unos meses.

Pero no fue eso lo que noto, sino el silencio, que fue lo que más le impacto...

No escuchaba su respiración, los pájaros que cantaban frente a su ventana y los miles de insecto que invadían la parte del parque Olimpic que estaba frente a su casa no invadían el pequeño espacio con sus sonidos torturadores.

Hubo momentos donde había llegado a odiar ese sonido... ahora la hacían sentir como si la falta de eso fuera la mayor prueba de que algo no estaba completamente bien.

Ella había abandonado ese mundo, a ella, a sus hijos... para siempre.

Percibió una opresión en el pecho y un dolor hasta ese momento desconocido por lo que cubrió la cabeza con sus manos y trató de racionalizar lo que estaba sintiendo y lo que sucedió.

Su deseo fue realizado...

Está en casa de nuevo...

Claro, al final no era lo que hubiese querido. Descubrió que amaba a Camila y los niños eran... bloqueó ese pensamiento y se forzó a levantarse de la cama.

Los niños no existen. Ni Sophie ni Ethan nacieron y su pecho no debe contraerse con ese pensamiento o con el vacío que le produjo decretar eso a su ser.

Ya que nunca existirán.

Eso fue un sueño que no se cumpliría, porque nunca volvió a Camila; sino que terminó su especialización en Londres y pasó años forjando su empresa y su éxito.

La realidad es muy distinta, y si... fue muy bueno jugar a la mamá en ese tiempo, la esposa abnegada, pero no sabe si se adecuaría a su vida normal.

Su conciencia había desaparecido pero su organismo de igual forma se burló de esas palabras, pero ella las obvio.

No valía la pena.

Entró al baño y se alistó para su trabajo sin el ánimo o la música que colocaba normalmente. La sensación de intranquilidad y vacío no la abandonaba y la hacía sentir como una maldita mujer deprimida.

Llegó a la cocina en un movimiento involuntario, como la costumbre que se había arraigado en su interior, y al abrir la nevera la golpeó de nuevo la realidad de la vida.

Nada más había agua, y comida para llevar que pidió tres días atrás... o una vida atrás, como sea que se quiera ver.

Amor del pasado (Adaptación Camren G!P) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora