XXVII

539 75 0
                                    

Jooheon fue el primero en despertar. Sus ojos oscuros se posaron en la chica que descansaba en su pecho. La respiración de Sunhee era calmada. Su semblante también denotaba que estaba teniendo un buen descanso. Inevitablemente, Jooheon sonrió, llevando una de sus manos al cabello castaño de la chica.

Entre sus brazos, descansaba la chica que vivía en su mente todo el día, todos los días desde que la había visto por vez primera.

Como si de una película se tratase, Jooheon revivió de manera nítida los recuerdos de aquella noche.

«Minhyuk lloraba preocupado al oír los quejumbrosos llantos de su madre.

—¿Qué le está haciendo ese hombre a mi mamá? —Jooheon guardó silencio un momento cuando el niño de cuatro años se abrazó a su pierna.

—Tu mamá está bien, Minhyuk —le dijo Jooheon suavemente. Agachándose hasta quedar a la altura del pequeño. Las mejillas del niño estaban tan rojas como su nariz y sus ojos. El vampiro se sintió frustrado. ¿Qué diablos hacía él en aquella casa cuidando de un niño de cuatro años?

Ah, cierto. El padre del mocoso era su amigo.

Demonios.

—El doctor está allí tratando de ayudar a tu mami para que deje de llorar —fue lo primero que salió de su boca cuando vio a Minhyuk lanzarle una mirada inconforme—. ¿Confías en mí?

—No —reconoció el niño.

Ah, maldito mocoso.

—Minhyuk —Jooheon suspiró—. Debes confiar en mí esta vez. ¿De acuerdo? —lo miró a los ojos—. Tu madre estará bien. Conocerás a tu hermanita pronto.

—No quiero una hermana —hizo un mohín.

—¿Por qué? —cuestionó el pelinegro.

—Las niñas son feas.

Jooheon sonrió.

—Ya veo —alborotó su cabello—. Pero te prometo que ella no será fea.

El pequeño resopló enojado y se cruzó de brazos. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas, alterando nuevamente a Jooheon.

—Deja de llorar, ah —le dio un golpecito en la frente—. Tu hermanita se va a burlar de ti si sigues llorando.

El niño se enderezó y lo miró determinado.

—Nadie se burla de mí.

La puerta de la habitación en la que estaban los padres del pequeño se abrió. Fue el doctor quien se asomó sonriendo ligeramente.

—Ya pueden pasar. La señorita ha preguntado por ustedes.

Minhyuk entró casi corriendo a la habitación. Jooheon lo vio detenerse en seco a un metro de la cama. Su madre sostenía a la bebé con cuidado. Su padre, estaba a un costado de la cama, luciendo aliviado, como si toda la tensión hubiese abandonado sus hombros.

—Minhyuk —dijo Hee-Sook con la voz débil—. Ella es Sunhee —el niño dio pasos inseguros, hasta que finalmente estuvo junto a su madre. Ella, lo observó con una sonrisa de lado—. Jooheon, acércate tú también —el vampiro abrió los ojos de sorpresa. Observó a HyunJoon, pidiéndole permiso con la mirada. El hombre sonrió, asintiendo levemente—. Saluda, Sunhee.

La niña observó a Jooheon con los ojos bien abiertos. Parpadeó un par de veces sin apartar la mirada. Jooheon detalló el rostro diminuto de aquella criatura: sus mejillas rosadas y sus largas pestañas que adornaban sus enormes ojos cafés.

Red, Like the Blood «Lee Jooheon»Where stories live. Discover now