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El abrazo que ambos países se daban en la puerta de su hogar parecía eterno, tan solo la presencia contraria se hacia bien al otro, tan cómodo, tan perfecto que parecía un cuento de hadas. Perú despedía al Chileno con un gran abrazo, pues este ultimo le menciono que tenía que viajar urgentemente a las instalaciones de ONU para dar un reporte que faltaba en sus apuntes personales.

Perú no contradijo nada, creía en su pareja y de lo ocurrente que podía ser ONU a veces. Le explicó que demoraría un tiempo, no sabía cuanto demoraría, que avisaría apenas pisara un pie fuera de ese edificio enorme.

Se separaron dándose un pequeño beso, susurrándose cosas bonitas y empalagosas, recordando los acuerdos que le dijo el mayor al bicolor. La magia acabó con la ida del chileno, ahora Perú se sentiría solo por una semana que duraría ese proceso, según Chile; pero algo no iba bien y su instinto le decía, mejor ignoro esos pensamientos y fue a prepararse la cena.

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Al día siguiente hizo su rutina diaria en su casa, comenzando en limpiar la sala para seguir en la cocina con la música en alto volumen, concentrándose en ambas cosas y moviéndose con ritmo por su casa. Quería que cuando su pareja regresara encontrara todo perfecto para él, que se relaje de tanto estrés que la organización le pudo haber dado esta semana. No tenía nada que hacer tampoco, solo quería distraerse.

Iba a continuar, pero el sonido de su puerta se escuchó, y no dudo en recibir a quien sea que este detrás de esa puerta, aunque no esperaba visitas de nadie.

— ¡M-México! ¿Cómo estás?.- Dijo con una sonrisa, no veía a su amigo hace un buen tiempo y quizás este cerca por el problema de Bolivia.

— Bien, soy el médico personal de tu hermano.- Sonrió, sentía que debía hablar con Perú, aparte que le traía calma y seguridad.

Perú siempre lo dejaba ingresar a platicar, esta vez simplemente estaba estático en su puerta, como si estuviera evitando la entrada a su vivienda.

— Gracias por cuidarlo por mi México, sé que deberías estar haciendo otras cosas pero…-

— No, Argentina y yo somos responsables de la fractura de Bolivia, nos haremos cargo hasta que se encuentre bien y vuelva a levantarse.- Dijo con toda la seguridad del mundo, aunque no tenía ni el mínimo conocimiento en medicina como lo tenía Dinamarca o Canadá.- Ah, Bolivia está enfadado contigo por ir a verlo el primer día de su fractura cuando dijiste que irías.

— T-Tuve complicaciones, dile que me disculpe. Iré mañana a ver como se encuentra y me quedaré unos días.- Aprovecharía la ausencia de su pareja para poder ir.

— Oh cierto, Chile.- México hizo una mueca de incomodidad, nunca estuvo cómodo con la presencia o la sola mención del latinoamericano pareja de su amigo.- Por cierto, ¿Dónde está?.

¿Amor? [Chirú // Violentometro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora