¿Amor? [Chirú // Violentometro]

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「❤」

Algo que supo Perú desde que conoció a su pareja es sobre como termina luego de demasiado licor en su organismo, situación que no siempre lo llevaba a cometer los mejores actos. Muchas veces ambos terminaron cogiendo por el calor del momento, no lo iba a negar que muchas veces lo disfruto de cierta manera, pero eso no se podía comparar para nada con la situación que estaba viviendo ahora, simplemente era un verdadero miedo.

Trataba de conciliar el sueño, después de todo, era lo único que podía hacer encerrado en ese cuarto solitario, Chile como siempre no había dejado huella de donde se encontraba, si estaba en su cocina o algún otro lugar o rincón de la casa. No le importaba, sentía que siempre estaría vigilado por él así sea el mínimo movimiento que haga, incomodándolo de cierta manera.

Sus náuseas cada vez eran más, los tormentosos mareos también lo agobiaban día a día, ya no era normal, pero ninguna idea se cruzaba por su mente por pensar en su desgracia, convivir Chile, lo hacía pensar que su salud era lo de menos.

La puerta fue abierta llamando su atención desde su cama, sabiendo que era el chileno, aun así volteo a mirarlo.

Grave error.

Apenas lo vio, observo algo particular en él: el olor que emanaba era tan fuerte que fácilmente lo asqueaba, era un horrible olor a alcohol junto con cigarrillos, jodidamente asqueroso; también que extrañamente reposaba en la puerta, sus acciones demostraban lo obvio, estaba totalmente ebrio, incluso hipaba cada dos por tres.

Perú tembló por esto.

El chileno observó a su pareja con una sonrisa mientras se acercaba, el peruano comenzó a alejarse por miedo, no le gustaba ver al mayor así, ahora no.

— A-Aléjate.- Grito asustado, siendo ignorado por el de parche.

— ¿Porque?.- Soltó un hipido atrapando al peruano y colocándose encima suyo.- Solo quiero estar contigo, besarte y hacerte mío.

— N-No quiero, v-vete Chile, estas...—.- Dijo con miedo, y frente a él, un animal peligroso.

— ¿Ebrio? ¿No era realmente excitante de esta manera? Te complaceré, cariño.-

El mayor comenzó a besar inmediatamente al bicolor, haciendo que las lágrimas saladas cayeran de sus ojos, demostrando la frustración y miedo, una combinación que el chileno confundía con placer por los duros efectos de la sustancia anterior bebida en su sistema. Continuo besando la clavícula y cuello del menor, clavando los dientes nuevamente, marcando como siempre lo suyo, era hermoso a sus ojos perdidos en la ceguera de la ebriedad.

El bicolor comenzó a sollozar, odiaba esto, odiaba a Chile, odiaba ser tan estúpido, estaba pagando por todas las cosas y oportunidades que perdió, no podía decir nada, no era escuchado lo nadie, nadie vendría a salvarlo del infierno que el mismo ingreso. Dejo que el mayor realizara lo que sea con su cuerpo, nunca le iba a ganar en fuerza, no tenía otra opción.