DAMA DE BLANCO.

2.5K 75 2
                                    

-¿Cuándo llegará papá?

-Pronto estará aquí.

La niña de cuatro años se sentó en el suelo, con un coche rosa entre las manos.

Su madre acunaba en sus brazos al bebé, que comenzaba a cerrar los ojos para dormirse.

El timbre sonó y la niña se levantó del suelo, sin dejar el coche, sonriendo.

-¡Papá está aquí! –gritó mientras se precipitaba a abrir la puerta.

El hombre aupó a su hija mientras entraba en su casa.

-¿De dónde has sacado eso?

-Me lo ha comprado mamá, por ser una niña fuerte.

-Hemos ido al dentista para sacarle un diente y no ha llorado –dijo la madre sonriendo.

-¡Estás hecha una campeona! –El hombre le dio un leve beso en los labios a su mujer y miró a su segunda hija-. ¿Está dormida?

-Casi. Estábamos apunto de irnos a la cama.

-¡Pero yo quiero jugar con papá! –se quejó la niña.

-Papá está muy cansado y tiene que dormir –dijo su madre. Miró a su marido-. Iré a acostar a Sam, tú ve a acostar a Elena.

El hombre asintió y se llevó a su hija mayor en brazos hasta su dormitorio mientras le hacía cosquillas.

Le dijo unas palabras de buenas noches y se marchó.

Mientras Jeremy Gilbert volvía a su habitación, su mujer, Marianne, llevó a su bebé a su cuna.

Se despidió de ella con un beso y se marchó hacia la cocina para beber un vaso de agua. Fue allí donde vio el intercomunicador del bebé.

Lo llevó arriba mientras bostezaba. Había sido un día muy largo.

Cuando abrió la puerta, lo vio, parado de espaldas a ella, mirando silencioso a la niña.

-¿Jeremy? –preguntó vacilante.

El hombre se dio la vuelta y fijó en ella sus ojos amarillos.

Ella gritó. Sabía quién era aquel hombre.

Jeremy se despertó de repente a los gritos de su hija mayor.

La pequeña Elena estaba parada frente a la habitación del bebé, mirando el techo, gritando mientras lloraba.

Jeremy la apartó mientras dirigía sus ojos hacia el techo, y allí la vio, clavada en la pared, muerta. Tal y como el demonio había predicho.

Jeremy cogió al bebé de su cuna  y se lo dio a Elena cuando el techo comenzó a arder.

-¡Saca a tu hermana de aquí lo más rápido que puedas! –le gritó Jeremy a su asustada hija.

Elena, aún llorando, comenzó a correr con su hermana en brazos hasta llegar al jardín. A su espalda, la casa explotó y casi cae sino fuera por los brazos de su padre.

Veinte minutos después, la familia miraba impotente la casa mientras los bomberos, policías y ambulancias se reunían alrededor de ellos para asegurarse de su estado.

Mientras tanto, Jeremy solo pensó en un nombre. El culpable de todo aquello.

Azazel.

●●●

Los papeles se amontonaban en la habitación de Sam y ella no dejaba de apilar unos cuantos y subrayar otros.

Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)Where stories live. Discover now