PIEL

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Elena se bajó del Camaro y fue hasta la manguera para llenar el depósito. El Impala estaba apartado a su lado, con Dean haciendo lo mismo con su coche mientras hablaba con su hermano.

El móvil de Elena comenzó a sonar.

-Si no es importante…

-Me lo sé de memoria, Elena –se quejó Bobby.

-Te lo recuerdo por si acaso.

-¿Cuándo vas a venir a por la pistola?

-Cuando tenga tiempo, Bobby. Últimamente estoy muy ocupada.

-Me han contado que estás con los Winchester, ¿es verdad?

-¿Quién te lo ha dicho?

-Soy cazador, Lena. Me entero de todo.

-¿Tú también estás con el cachondeo de llamarme Lena? –se quejó Elena, enfadada.

-Eh –la voz de un hombre la hizo girarse-. No puedes estar aquí hablando por teléfono. Los números se me vuelven locos.

Puso los ojos en blanco y dejó la manguera en su sitio.

-¿Qué tal estás con ellos?

-Al borde de la muerte, como siempre.

-¿Habéis encontrado ya algún caso?

-No. ¿Por qué? ¿Tienes algo?

-Absolutamente nada –un pitido sonó al otro lado del móvil-. Me están llamando por otra línea. Intenta no morir, no me gustaría tener que tachar a todos los Gilberts del registro familiar.

-Que conmovedor. Adiós, Robert.

Colgó y se dispuso a entrar en el coche.

-Da la vuelta. Vamos a San Louis –le dijo Dean mientras se acercaba.

-¿Qué? ¡Está a seiscientos kilómetros!
-Pues habrá que correr, preciosa.

-De verdad Dean, no sé por qué insistes en llamarme así después de que te quemara la mano la última vez que lo hiciste.

Dean se restregó su mano derecha instintivamente.

-¿Qué pasa en San Louis?

-Al parecer, un amigo de mi hermano está acusado de asesinar a su novia.

-¿Y eso qué tiene que ver con nosotros?

-Sam insiste en que su amigo no lo hizo.

Elena bufó y se cruzó de brazos. No tenía ganas de perder el tiempo con los amigos de Sam. Quería encontrar a Azazel.

-¿Y tú qué opinas?

-Que si así se calla… –se encogió de hombros.

-Genial –murmuró Elena, fastidiada.

Abrió la puerta del Camaro y entró en él.

Siguió al Impala hasta la casa de una amiga de Sam.

Una chica rubia los recibió.

-¡Dios mío, Sam! –exclamó sonriente.

-Pero si es la pequeña Becky.

-¿Te digo donde meterte lo de pequeña?

Sam se rió y ambos se abrazaron.

 -Recibí tu email –le dijo al separarse.

-No creí que fueras a presentarte.

-Dean –dijo este, tendiéndole la mano a Rebecca-. Soy su hermano.

Ella se la estrechó sonriendo.

Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora