Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)

LA TRAMPA DEL MAL

-Debemos irnos –le dijo John a sus hijos.

-¿Por qué? –preguntó Dean, incapaz de pensar con claridad.

-Porque el demonio sabe dónde estamos y sabe que tenemos el Colt. Tiene a Elena, y pronto vendrá a por nosotros.

-Bien, aún nos quedan tres balas, que venga –respondió el pequeño.

-Sam, eso no es tan fácil. No sabemos cuantos son, acabarían con nosotros. Nos largamos ¡Ahora!

John fue quien condujo el Impala, con Sam a su lado y Dean en los asientos traseros, mirando por la ventana.

No podía ni quería pensar en dónde y en qué le estarían haciendo a su amiga.

-Te lo repito, papá, lo habríamos matado –insistió Sam.

-Necesitamos un plan. Pueden que mantenga a Elena con vida, hay que averiguar dónde. Querrán cambiárnosla por el Colt.

Sam bufó.

-Si eso es cierto ¿por qué no habló Meg de ese trueque? –John se quedó en silencio, mirando a Dean por el retrovisor del coche. No solo iba tras Elena porque Dean sintiera algo por ella, sino porque durante un largo tiempo, él y Jeremy Gilbert habían sido los mejores amigos, porque recordaba noches en las que las cuatro parejas, John y Mary, y Jeremy y Marianne, iban a cenar juntos a un restaurante, y porque Elena estaba en esa situación por su culpa-. Lena… podría estar…

-¡Calla! –exclamó Dean desde atrás, sin mirar a su hermano.

-¡Yo no quiero creerlo, igual que tú, pero si lo está, es otra razón más para matar a ese demonio! ¡Aún tenemos el Colt, acabaremos el trabajo!

-¡Que le den al trabajo, Sam!

-¡Dean, solo intento hacer lo que ella querría! Ella querría que siguiéramos.

-¿¡Quieres dejar de hablar como si estuviera muerta!?

-¡Basta! –Les gritó el padre-. ¡Esa chica es la hija de unos de mis mejores amigos y si está en esta situación es por mi culpa, así que no haremos nada hasta recuperarla!

-¿Y cómo lo haremos?

-Iremos a Lincon –respondió Dean con rapidez-. Al almacén donde la cogieron.

-No –respondió su padre-. Los demonios no dejan su rastro. Necesitamos ayuda.

Sam frunció el ceño y John aceleró hasta Sioux Falls.

Una vez allí, fueron directos hacia la casa de Bobby Singer.

-Winchester –los miró de uno en uno, sorprendido-. ¿Qué hacéis aquí?

-Necesitamos ayuda para dar con un demonio –respondió John, entrando al interior.

-¿Qué vosotros necesitáis mi ayuda? Eso no suele pasar todos los días.

-Una amiga está en peligro, y debemos recuperarla.

-¿Una amiga? ¿Y de cuál de los tres es la amiga, si puede saberse?

John miró lo miró con mala cara y los hermanos se sintieron extrañamente incómodos.

-¿Conoces a Elena Gilbert?

Bobby alzó una ceja.

-Sí… estuvo aquí hace un par de meses. Dijo que tuvo que dejaros. No quiso explicarme el por qué ¿Está bien?

-La tienen unos demonios –respondió John-. Y no son muy amistosos.

-¿¡Qué!? –Gritó Bobby-. ¿¡Habéis dejado que la cojan unos apestosos demonios de mierda!?