Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)

WENDIGO

Elena caminó hacia la tumba de su hermana y paró frente a ella.

Había traído las cenizas de su padre hasta el cementerio de Kansas, en Lawrence, para que hicieran compañía al resto de los Gilbert.

Las tres tumbas de las tres personas a las que Elena había perdido se enfilaban frente a ella, pero hoy estaba allí por su hermana. Por su Sammy.

-Espero que te sigan gustando los girasoles –sonrió de lado y parpadeó para espantar las lágrimas-. De todas formas, te las he traído.

Llevaba en su mano un ramo de girasoles que había cortado ella misma.

-Sammy, yo… -se atragantó con sus propias lágrimas.

Cayó de rodillas frente a la tumba de su hermana, con el ramo aún en la mano.

-Lo siento tantísimo… debería haberte protegido. Eras mi hermana pequeña… lo más parecido a una hija que he tenido nunca… -carraspeó para liberar el nudo en su garganta-. Te he fallado. A ti y a papá. Lo siento mucho.

Dejó el ramo frente a la tumba, con manos temblorosas.

Entonces una mano salió de la tierra y le rodeó la muñeca.

●●●

Elena se despertó empapada en sudor. Miró a su alrededor, pero seguía en el sucio motel al que había ido con una botella de whisky, un paquete de tabaco y un chico al que acababa de conocer.

Todo para olvidar que hacía tan solo unas semanas que su hermana había muerto.

Se levantó lo más sigilosa que pudo para no despertar a su ligue de anoche y se marchó a investigar qué era lo que ocurría en aquel lugar al que le había mandado su padre.

No dejó la caza a pesar de la muerte de su hermana.

Así el dolor no sería tan fuerte. O eso pensaba.

Se montó en su Camaro y arrancó el coche.

The heat of the moment sonó a todo volumen y la tranquilizó. Le tranquilizó cantarla como cuando era niña, acompañada de las voces de su padre y su hermana…

Sacudió la cabeza para desechar ese pensamiento y siguió conduciendo.

Paró cuando llegó a la policía forestal.

Se había enterado de la desaparición de varios chicos en Blackwater Ridge y quería respuestas.

-Elena Gilbert –se presentó al agente-. Soy amiga de Haley. Me gustaría hacerle algunas preguntas acerca de la desaparición de su hermano Tommy.

-Te diré lo mismo que a ella. Su hermano rellenó un formulario diciendo que no saldría de allí hasta el veinticuatro, así que no es exactamente un desaparecido.

Elena asintió y miró a su lado.

“Menudo trabajo de mierda están haciendo” –se paró en seco al ver su derecha vacía. Tenía que recordar que su hermana ya no estaba con ella. Se había vuelto a marchar, y esta vez para siempre.

Volvió a mirar al agente.

-Dile que deje de preocuparse. Seguro que ese chico está bien.

Volvió a asentir.

-Estoy totalmente de acuerdo con usted, pero el problema es que, bueno, ya conoce a Haley y su temperamento –bufó con una sonrisa. El agente asintió, devolviéndole la sonrisa-. Me gustaría llevarle una copia de ese formulario que dice, ya sabe, para enseñarle la fecha de vuelta y que se quede tranquila.