EL HOMBRE DEL GARFIO

1K 50 1
                                    

-Sí. Gracias por todo –Sam colgó el teléfono de la cabina y volvió a la mesa junto Dean y Elena.

-Tu mariconada de café con leche doble y vainilla se está enfriando, señorita –le advirtió Elena, echando el humo del cigarro.

-Que te den –le contestó, sentándose junto a Dean.

-¿Habéis acabado de pelear, niños? –les dijo su hermano, burlón. Miró a Sam-. ¿Hay algo?

-Han comprobado el archivo de desaparecidos del FBI y nadie se ajusta a la descripción de papá. Incluso han buscado por la matrícula de su coche.

-Vuestro padre no es tan idiota como para dejar que el FBI sepa de su desaparición.

-Lo sé, pero podríamos tener suerte.

-Sam, ya te lo he dicho –dijo Dean-. Creo que papá no quiere ser encontrado.

Sam se calló y su hermano giró el portátil hacia él.

-Fíjate en esto. Es una noticia desde Ankeny, Iowa. Está a ciento cincuenta kilómetros.

-Su cuerpo mutilado fue encontrado cerca de su coche –leía Sam-. Aparcado en NayMay Round.

-Continúa –le dijo Dean, mientras tomaba un sorbo de su café.

-Las autoridades no han podido proporcionar una buena descripción del asesino. Él único testigo, que permanece en el anonimato, ha declarado que el agresor era invisible.

-¿No te parece interesante?

-No podemos saberlo. Que un testigo no viera nada no significa que fuera el hombre invisible.

-¿Pero y si lo es?, papá lo comprobaría.

Y con esa frase, lo convenció.

Se marcharon hacia Iowa lo más rápido que pudieron.

Aparcaron los coches frente a una casa, donde había una especie de mercadillo en el jardín.

-Dime qué hacemos aquí –le pidió Sam a Dean.
-La casa de la víctima –le contestó-. Es bonito.

Un grupo de chicos estaba arreglando un coche. Lo miraron extrañados y después se miraron entre sí-. Somos hermanos de fraternidad, de… Ohio. Nos han trasladado aquí y no sabemos dónde vivir.

-No se permiten chicas –dijo uno de ellos.

Elena lo miró mal y después a los hermanos.

-De acuerdo. Me abro –se acercó a Dean-. Necesito pasta –le susurró.

-¡Ganaste cuatro mil dólares al billar hace dos días!

-Sí, pero por tu gran idea de “hermanos de fraternidad”, voy a tener que pasarme este mes en un sucio motel.

Dean puso los ojos en blanco y sacó varios billetes de la cartera.

-Como si no estuvieras acostumbrada.

-Aún no consigo hacerlo –se guardó el dinero sonriente-. Qué disfrutéis de las novatadas –y se marchó.

Dean y Sam la miraron horrorizados.

Las novatadas…

Los Winchester entraron en la fraternidad y fueron hasta la habitación que les habían indicado.

Un chico bajo y de pelo negro y rizado se estaba pintando la espalda con una broca de morado. Tan solo llevaba unos pantalones amarillos.

Dean llamó a la puerta con los nudillos y el chico los miró.

Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)Where stories live. Discover now