Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)

ESPANTAPÁJAROS

En la habitación del hotel, los tres amigos estaban dormidos.

Un móvil comenzó a sonar.

-Dean –dijo Elena, esperando que contestara.

Este, que estaba dormido en el suelo, ni siquiera se movió.

-Sam, te toca –volvió a decir Elena.

El pequeño de los Winchester cogió el móvil, dormido.

-¿Diga?

-¿Sam, eres tú?

Se incorporó de golpe en la cama.

-¿¡Papá!? –Elena se giró al momento cuando lo escuchó. No había conseguido dormir por culpa del dolor de la pierna-. ¿Estás herido?

-Estoy bien.

-¿Dónde estás? ¿Te encuentras bien?

-Sam, estoy bien.

Elena comenzó a zarandear a Dean por el hombro hasta que abrí los ojos poco a poco, adormilado.

-¿Qué quieres?

Elena señaló a Sam.

-¿Cómo estáis tú y Dean? –le preguntó John a su hijo pequeño.

-Estamos bien. Papá, ¿dónde estás?

Dean se incorporó mirando fijamente a su hermano, sin poder creerse que estuviera hablando con su padre.

-Lo siento hijo, no puedo decírtelo.

-¿Qué? ¿Por qué no?

-¿Es papá? –preguntó Dean con un hilo de voz.

-Oye, ya sé que os costará entender esto, pero tendréis que confiar en mí.

-Vas a por él, ¿verdad? El demonio que mató a mamá.

-Sí… ¿cómo sabes lo que es?

Sam miró a Elena.

-Escucha Sammy, yo… sé lo que le pasó a tu novia Jessica. Lo siento mucho. Habría dado cualquier cosa por protegerte.

-¿Sabes dónde está?

-Creo que al fin estoy acercándome.

-¡Te ayudaremos!

-No. No podéis participar.

-¿Por qué no?

Dean alargó la mano en dirección a su hermano.

-Dame el teléfono.

-Escucha Sammy, por eso os llamo. Tú y tu hermano tenéis que dejar de buscarme. Ahora quiero que anotes estos nombres.

-¿Nombres? ¿Qué nombres, papá? Háblame. Dime qué ocurre.

-Oye, no tengo tiempo para eso. Es horrible. Están por todas partes. Incluso esta conversación es… no es segura.

-¡No, de eso nada! –Insistió Sam, cabreándose cada vez más-. Ni hablar.

-¡Dame el teléfono! –exigió Dean.

-Te he dado una orden, así que dejad de seguidme y haced vuestro trabajo, ¿me has comprendido? Y ahora anota estos nombres…

A Sam se le descompuso el rostro de rabia y Dean le quitó el móvil de las manos, llevándose el auricular a la oreja.

-Papá, soy yo, ¿dónde estás? –Dean relajó la cara de preocupación a otra que Elena no pudo entender, pero Dean se había puesto en pie-. Sí señor –respondió. Comenzó a buscar papel y lápiz-. Sí, tengo… ¿Qué nombres?