SANGRE DE MUERTO

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-¿A dónde va a ser, preciosa?

Elena miró con repugnancia al hombre que la iba a recoger aquel día.

Se había montado en siete coches diferentes, el último, el de una entrañable familia que le recordó a la suya, con dos hermanas muy buenas que dormían mientras los padres conducían y le contaban una graciosa historia sobre cómo se les había ocurrido ir hasta Orlando para llevar a sus hijas a Disney World.
Aquel tipo tenía pinta de camionero con problemas de alcohol.

-Sioux Falls –contestó, montándose en el coche.

-Eso está a un par de minutos, ¿no quieres ir a otro lugar más alejado para que podamos charlar por el camino?

Elena miró a aquel tipo y sintió un escalofrío. Echaba de menos su Camaro… ¡maldito Winchester!

-No.

Miró la carretera sin añadir nada más y el camionero la llevó hasta donde le dijo.

Intentó charlar con ella sobre de dónde venía, su familia, por qué iba a donde iba y si tenía novio.

-Soy lesbiana –respondió sin mirarle.

-Tengo experiencia en reconvertir a lesbianas en heterosexuales.

Elena miró al tipo con los ojos como platos.

No se podría creer que hubiera dicho aquella barbaridad…

-Pues que bien.

Paró a la entrada del pueblo y Elena abrió la puerta para marcharse, pero el tipo le agarró la mano.

Chris dijo que se llamaba, o algo así.

-Espera… ¿no quieres que te reconvierta a ti también?

-¿Y tú quieres que te pegue un guantazo, gilipollas? –El hombre la miró sorprendido y ella sonrió con maldad-. Gracias por el viajecito, ángel del infierno.

Se marchó de allí andando y el camionero pasó a su lado, despacio, sin dejar de mirarla.

Deseó con todas sus fuerzas que tuviera un accidente.

Quince minutos después, Elena había conseguido llegar hasta la casa de Bobby Singer, llena de coches desguazados con una casa muy simple al fondo.

Encima de una camioneta azul, había un perro atado, que ni si quiera se molestó en mirarla.

-Hola, Ralphy –lo saludó.

El perro pasó de ella.

Llamó varias veces antes de que su tío apareciera.

En realidad no era su tío, pero su padre y él habían sido amigos desde hacía años.

Cuando Karen, su esposa, murió por culpa de un demonio, fueron los Gilbert los que le enseñaron el mundo sobrenatural y cómo deshacerse de aquellos monstruos.

Gracias a eso, Elena siempre tuvo un sitio a donde ir.

-Vaya, por fin te has dignado a venir –Bobby era un hombre entrado en años, que siempre llevaba una vieja gorra y jamás se afeitaba, solo se recortaba la oscura barba. Era bajo y regordete. Muy entrañable, en opinión de Elena.

-Yo también me alegro de verte, Bobby.

-¿Dónde están los Winchester?

-Me aburrían –entró en su pequeña y acogedora casa, llena de recuerdos tanto de su hermana como de su padre.

Hubo unos pocos meses que tuvieron que quedarse allí a vivir por culpa de un dios pagano que había aterrorizado a las gentes de Sioux Falls y entre él y su padre tuvieron que detenerlo.

Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)Where stories live. Discover now