-Vale. Hemos llegado –anunció Sam, bajándose del Impala.
-A papá y a mí nos iba muy bien sin estos estúpidos disfraces –replicó Dean, mirando su atuendo con desagrado-. Me siento como un actor de segunda fila.
-Pero si estás muy sexi –se burló Elena.
-¿En serio? –Dean alzó una ceja, divertido. Miró a su hermano y recordó algo-. Oye hermano, ¿cuál era esa obra que hiciste? ¡Nuestropueblo!, sí –recordó a un Sam muy pequeño interpretando un papel muy cutre-. Estuviste estupendo.
-¿Actuaste en una obra de teatro?
-Tendrías que haberlo visto con seis años y un bigote negro en la boca –se rió Dean.
Elena se unió a sus risas y Sam no pudo evitar sonreír. Eran buenos tiempos.
-¿Queréis hacer el trabajo o no?
-Solo digo que estos disfraces cuestan mucha pasta.-¿A quién? –se rió Elena.
-¿Crees que falsificar tarjetas es fácil?Alzó una ceja y entraron en el piso de la víctima, donde la casera les abrió la puerta.
-Gracias por dejarnos entrar.
-La poli dijo que ya acabó, así que…
-Interesante –musitó Elena, mirando la cerradura.
Dean la miró.
-¿El qué?
Señaló con la barbilla la cadena completamente rota.
Se miraron entre sí e investigaron la casa.
En el salón, todas las paredes y el suelo estaban repletos de sangre coagulada.
Da igual cuánto tiempo estuviera en aquel negocio, a Elena siempre le daría arcada la sangre.
-¿Sois de la empresa de la alarma? –preguntó la mujer, mirándolos de arriba abajo.
-Así es.
-No os ofendáis, pero es tan inútil como los pechos en un hombre.
Elena se rió ante la ocurrencia de la mujer y esta le sonrió.
-Por eso hemos venido. A ver lo que pasó para que no vuelva a ocurrir –contraatacó Dean, pasando frente a ella.
-Señora, ¿encontró usted el cadáver? –comenzó a interrogarla Elena.
-Sí.
-¿Nada más pasar?
-No, días después. Llamaron de su trabajo porque no había ido, abrí la puerta, y entonces noté… el olor.
-¿Había alguna ventana abierta? –Preguntó Dean, asomado a una de las grandes ventanas-. ¿Las habían forzado?
-No. Estaban cerradas, como la puerta. Tuvimos que cortar la cadena para entrar.
Dean miró a Elena con una ceja alzada.
-Con que cortaron la cadena…
Elena le sacó la lengua y se giró hacia la mujer.
-¿La alarma estaba activada?
-Ya os lo he dicho, vuestra empresa no es muy buena.
-Ya… -Dean miró alrededor-. ¿Había algún mueble volcado, señales de pelea…?
La mujer sacudió la cabeza y alzó las manos.-Todo estaba en perfectas condiciones. Salvo Meredith.
Sam la miró al instante.
-¿En qué condiciones estaba ella?
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Supernatural/Sobrenatural (1ª Temporada)
FanfictionElena Gilbert esta destrozada por la muerte de su padre y necesita seguir cazando al demonio de ojos amarillos que mató a su madre cuando solo tenía cuatro años. Para ello, se marcha a Stanford en busca de su hermana menor, Sam, quien la ayudará en...