¿Menma tiene un gemelo?

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Las tres de la mañana y el sonido en la ventana no dejaba de resonar, eran pequeños golpes pero se volvieron aún más bruscos con el paso del tiempo, enojado se levantó de la cama y tomo alguna cosa para caminar hasta la ventana y abrirla enfurecido, sus ojos se conectaron con aquel chico de ojos azules, este sonrió de lado pero el dolor en sus costillas era aún más.

— Mierda— dejó caer aquel objeto e intento parar al ojiazul— ¿que te paso?

— Me aplastaron un montón de gorilas— intento acomodarse en la cama del mayor— ¿ya te dije que hueles bien?

— No empieces Uzumaki— lo regaña, el chico sonríe y lo observa, estaba nervioso y eso lo noto cuando no sabía cómo abrir un cajón y sobre todo cuando casi tira el botiquín entonces su sonrisa casi se desvaneció.

— Ya veo, el también acudía a ti cuando estaba asi— intento bromear pero las palabras le salieron muy agrias, el chico soltó una mirada melancólica— será mejor que me vaya— ni siquiera intento detenerlo.

— Claro, después de todo son gemelos que más podía esperar— habla amargamente.

— Por eso mismo me voy, el que está frente a ti es Naruto no Menma.

— Para mi ambos son lo mismo, solo me buscas para cuidarte y luego te vas, justamente como el lo hace.

— Te olvidas de algo— ambos chicos se miran— yo sí te doy todas las explicaciones que el quiere mientras que el solo te daba fríos silencios— la mirada de Sasuke se llenó de tristeza, intento hablar pero las palabras no salían y con esa oportunidad Naruto la aprovecho para besarlo, el tacto de sus labios contra los de el eran tan suaves y reconfortantes, Sasuke lo supo de inmediato, los besos de Naruto podían ser una adicción para el como para cualquier otra persona porque estos venían con ese toque, ese que te hacía sentir único, ese que te hacía quererlos probar para sentir una y mil veces más aquella sensación en el estómago.

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En todo el camino a la escuela Sasuke se la paso divagando, no sabía si aquello era un sueño o si realmente había pasado puesto que no había encontrado a Naruto en la mañana, su corazón comenzó a latir más rápido conforme se acercaba al aula, estaba nervioso de verlo, anteriormente ambos se habían visto para charlar pero lo de ayer fue WUAU, si solo fue un beso y no pasó a más pero para Sasuke fue más que eso fue tan tan WUAU. Aún con su corazón agitado abrió la puerta, hizo su mayor esfuerzo par disimular todas sus emociones y por suerte lo logro muy bien, nadie sospecho nada y con seguridad llegó hasta su lugar donde se desplomó como pluma y tapo su cara, estuvo tan concentrado en qué no notarán su felicidad que se le olvidó buscar al ojiazul con la mirada.

— Anda respira o te vas a morir— aquella voz, aquella jodida voz, no lo podía creer, como pudo levantó la mirada y lo observo— soy muy guapo ya lo se— le guiña a lo que el chico apenas sonrió, y no es porque no le diera gracias si no porque aún no podía procesar bien todo.

— Ayer, tu— dejo las palabras en el aire, el ojiazul lo miro extraño y luego se acercó a su oreja.

— ¿Cuándo repetimos el beso?— dicho eso le dio un beso rápido en el cuello y se fue hasta su lugar, hasta este punto Sasuke debía de estar desmayado de tantas emociones en tan solo unos pocos minutos.

— Fue real— se repetía en voz muy baja una y otra vez, todo le era tan surreal aunque también se le hacía una ñoñería estar así por ese chico tonto que apenas y lo estaba conociendo pero en el fondo sentía que ya lo conocía desde antes, y como no lo iba a conocer si su madre lo conocía desde que era un bebé.