Promesa, Orden y Desición

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  Ella abrió la puerta despacio, como si molestara a la residente de la habitación al hacerlo. Tras ella le siguió Adrien, ambos en completo silencio y sumergidos en un amargo ambiente que había detenido y reiniciado la escasa relación familiar que ambos habían creado hace ya tiempo. Ahora aquello no era más que un recuerdo del cuál Emma cuestionaba su veracidad, esos días no fueron más que la agradable sensación de morder el fruto del árbol prohibido que los conduciría a todos a la triste situación en la que estaban ahora. 

  La joven no dejó de lamentarse, tampoco Adrien, y menos los padres de esta, de haber permitido que el stress y la soledad sucumbieran en la mente de Louisa, haciendo que ella, atacada por injustificados pero racionales celos, intase acabar con su vida cortándose las venas. También, y eso los incluía a todos, habían permitido que alguien tan peligroso como Matsuo Tsuruji estuviese cerca de ella, todo ese tiempo habían caído ante el engaño de quien en primer lugar fue el que causó que secuestrasen a Louisa. Luego, no contento con ello, la volvió a secuestrar, disparándole e intentando una operación casera con ella. ¿Quería vender sus organos? ¿Quería remediar el error del disparo? La policía nunca concluyó con la conjetura final, pero aquello era lo de menos. 

  Ese enfermo chico había ido varias veces a la clínica en la que Louisa estaba internada, hasta se había inscripto en la misma con un nombre diferente para que no lo reconocieran; algo totalmente premeditado y macabro. ¿Que había hecho allí? Sin lugar a dudas él era el culpable de que Louisa descendiera en los nervios dentro. Quizás la amenazaba, a ella, a su familia, a su hijo... Matsuo lo negó completamente en el juicio, pero... ¿Como creer algo tan ridículo como que después de todo lo sucedido, él solo iba a hablarle de banalidades? Emma notó e informó que una de las visitas de Matsuo, o de Richard Olseon, como se hacía llamar allí, coincidió con el día en que él la había llamado para cortar la relación que ambos tenían; exponiendo un sin número de razones dolorosas y comprometedoras. Toda la investigación había cerrado en que ese día el joven había amenazado con atentar contra la vida de Emma Couffaine, y, haciendo alguna especie de trato con la víctima Louisa, el chico cedió en sus planes y lo demostró cortando con la hermana de la víctima frente a esta.

  ¿Cuánto había sufrido su hermana y por cuánto más continúo sufriendo sin decir nada? No podía culpar a Adrien Agreste de la distancia voraz con la que la trataba, tampoco, y aunque luchaba cada día para evitar eso, podía culparlo de alejar a Adam de ella. Louisa la había protegido un sin número de veces y quizás, con tanto esfuerzo puesto en eso, sumado a la decepción de que Emma permitiese que la internaran en una clínica, había centrado su mente en la idea de que su hermana se quería quedar con el amor de su vida... Sin embargo, y aunque tenía razones suficientes para odiarla, la siguió protegiendo, siendo lo primero que destacó al llamar a la policía por última vez. Ni siquiera ahí fue egoísta, no pensó sólo en ella y su seguridad como lo haría cualquiera, en los registros de las llamadas al 911 expuestas en el juicio contra Matsuo Tsuruji, Emma pudo escuchar como su hermana pidió por la seguridad de esta. 

  Pobre Louisa, simplemente un ángel cazado hasta el final, ella solo quería vivir feliz junto con su hijo y la persona de la cual se había enamorado. Pero aquello aparentemente fue un pecado, un pecado para sus padres que no aceptaron su amor, un pecado para su hermana que no comprendió a tiempo la sinceridad de esa relación, y un pecado rotundo por no corresponder a un chico que estaba obsesionada por ella. Lamentablemente, y a pesar de todo, ese pecado aún seguía presente en los padres de ambas gemelas. Estos por mucho tiempo no permitieron que Adrien Agreste visite a su hija en el hospital, Emma sentía que ambos no habían aprendido nada; se esforzó una y otra vez por revertir tal situación. Pero, si tenía que ser sincera consigo misma, había puesto el triple de empeño en eso desde que Adrien se negó completamente a la idea de que alguien de la familia Couffaine visite a Adam hasta que él pudiese ver a Louisa. 

LouisaWhere stories live. Discover now