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Camila estaba sentada en la silla de su computadora mientras su novio dormía desnudo en su cama, al parecer había quedado cansado luego de las exigencias de la castaña a la hora de tener sexo. Desde que ella había descubierto la forma genial en la que sus corazones parecían unirse y en que ellos parecían volverse más cercanos(si es que eso se podía) cada vez que realizaban el acto se había convertido en una especie de ninfómana.

La chica comía pop corn parando cada tanto para tomar un sorbo de Coca Cola mientras repetía la misma sección del juicio que había sido grabado y subido a YouTube en el que Lola decía que retiraba los cargos y presentaba nuevos contra Amanda, en ese momento la cara de ella se transformaba y Camila no podía evitar reírse a carcajadas, era un buen meme viral. Encontró el link al vídeo en un portal de noticias que hablaba de como padre e hija habían caído luego de cometer múltiples estafas. Duki salió limpio de todo y recuperó a su familia, habló con Lola durante horas y al final logró arreglar todos los problemas, el pelinegro la perdonó, pues no era nadie como para condenar a alguien por ciertos errores, y decidió darle una nueva oportunidad a la pequeña familia.

El día del juicio había sido memorable, pues Lola no había dicho nada a Amanda hasta que habló delante del juez, habían armado un documento con todas las pruebas presentes de la estafa y de su falsa identidad, siendo condenada casi inmediatamente, no tenía defensa alguna, vamos a ver que tan bien le va a una rubia hermosa de ojos celestes en el penal de mujeres, más le valía que aprendiera a pelear bien o todas allí iban a querer agarrarla de novia, si saben a lo que me refiero.

Camila despertó con su risa a Ignacio, que se quejó bajito. Al ver a la castaña tan concentrada en la pantalla como para no haber escuchado su gruñido decidió agarrar su celular para boludear en instagram, la chica le había pegado la manía de mirar memes, creándose una cuenta secreta y anónima para verlos. Observó que tenía varios mensajes en Whatsapp así que abrió la aplicación, era Mauro diciéndole que había joda en la mansión y que estaban obligados a ir. Desde que estaba Nicolás en la casa las "jodas" se habían transformado de fiestas caóticas en juntadas entre amigos solo con un poco de alcohol.

Bufó cansado, su cuerpo estaba pesado, no quería moverse en tres mil años, si, dormir tres mil años se escuchaba bien.

-Camiiii.-susurró llamándola.

-Cami.-insistió al ver que no había escuchado.

-¡CAMILA!.-gritó impaciente al no obtener respuesta nuevamente.

-¡AHHH!.-exclamó la castaña tirando los auriculares por los aires, Ignacio había gritado su nombre al mismo tiempo que saltaba un scream. Se había asustado el doble.

-¡Amor! ¿Por qué gritas? Me asustaste.- se quejó parándose y tirándose encima de él.

-Te llamé treinta veces y no me dabas bola.-frunció el ceño.- Me ignoras por esa computadora de mierda.

-Awww, miren al bebito hermoso que se pone celoso de un aparato electrónico,¿quién es el bebito más hermoso? ¿quién es?.-preguntaba en un tono aniñado mientras le daba besitos en la nariz.

-Le hablas como mi vieja le habla al perro.-se quejó nuevamente. Camila suspiró y lo besó pasionalmente. El chico no dudó en abrazarla por la cintura acercando su cuerpo.

-¿Y ahora?.-preguntó respirando agitada.

-Sería raro si mi madre le diera besos así al perro.-rieron bajito por la ocurrencia del chico.

Camila se carcajeó feliz e Ignacio la observó con una ceja alzada en señal de interrogación.

-Estoy feliz amor, me siento feliz de tenerte conmigo, y aunque dije que estaba mal sentirse así tan dependiente siento que sin vos nunca podría ser verdaderamente feliz, te amo con todo.-murmuró en su oído, luego le dejó un casto beso en los labios y se acomodó sobre su cuello para descansar tranquilamente.

-Prefiero morir antes que quedarme sin vos Camila, por más psicólogo al que vaya y por más que intente hacer lo que vos me digas, podré sentirme bien solo y no tener ataques ni drogarme ni hacer boludeces, podré ser estable, pero sin vos nunca podría sentir esto que siento cuando estamos juntos, te amo mucho más.-respondió acariciándole el cabello suavemente. Y era verdad, por más que quisieran hacerlo, no podrían ser felices el uno sin el otro, porque se habían elegido mutuamente para compartir su felicidad, se las habían regalado y ya no había vuelta atrás.

Arrogant [Ecko]Where stories live. Discover now